(Agencia)
Ciudad de México.- José Luis Mateos Trigos, investigador del Instituto de Física (IF) de la UNAM, fue designado recientemente como integrante de la Comisión de Física Estadística de la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP, por sus siglas en inglés), que lo reconoce como el único mexicano y latinoamericano en la organización.
La Unión Internacional de Física Pura y Aplicada surgió en 1923 en Europa con el objetivo de conjuntar sociedades y academias de física, para impartir y dar una serie de lineamientos en todas las áreas de esta ciencia.
Su primera comisión fue la de “Nomenclatura de pesos y medidas”, donde se definen elementos tan importantes como los diferentes sistemas de unidades que utilizamos y se unifiquen a nivel global. La segunda en surgir fue la de Física estadística, una de las áreas de especialidad del universitario.
En este enfoque de la física se analizan materia, líquidos, gases o sólidos que tienen millones y millones de componentes —de átomos y moléculas—, de forma estadística. Para ejemplificar esta área, el científico explica que si pensáramos en un vaso de agua, el objetivo de ésta no sería entender su comportamiento molecular, sino qué propiedades estadísticas tiene el agua a nivel molecular para entender su temperatura o presión.
Las técnicas de este campo de la física, que se comenzó a consolidar en el siglo XIX, se aplican recientemente para entender fenómenos biológicos, económicos e incluso de carácter social. Se emplean en temas como los sistemas complejos, el clima o el cerebro humano.
COMPLEJIDAD. Los sistemas complejos, explica en entrevista, se deben abordar desde la física y las matemáticas. “Son herramientas para solucionar problemas reales de la naturaleza: epidemias, clima, abasto de agua potable… Son problemas complejos que no están en un mundo idealizado sino en la vida real”.
Mediante esta área los científicos tratan de saber dónde puede surgir una propiedad. En el cerebro, por ejemplo, las neuronas forman una red compleja y lo que emerge de su interacción es la conciencia, sin embargo ésta no se encuentra en las células individuales.
El investigador del Departamento de Sistemas Complejos del instituto refiere que estos sistemas también son una manera de buscar solución a problemas sociales o de seguridad, como el narcotráfico, el terrorismo u otro tipo de acto ilícito. “Estas situaciones incluyen muchos elementos, pero además de abordarse desde el punto de vista médico, jurídico o de seguridad, es importante considerar un marco teórico de lo que se conoce como ciencias de la complejidad y redes complejas”.
El miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y ganador del Premio Jorge Lomnitz del Instituto de Física de la Universidad, agrega que en estos problemas hay actores en lo que llaman “redes oscuras” para cometer el ilícito o crímenes. “Operan con una estructura de red y son no lineales, sino complejas con actores que varían en el tiempo e incluso pasan de una red hacia dentro de otra”.
Para el científico es muy importante tomar a la física o ciencia de las redes complejas en este tipo de problemas porque permiten hallar o detectar elementos para encontrar soluciones que no son obvias. “Estas situaciones buscan atajarse con base en el sentido común, pero los sistemas de estos problemas son tan complejos que a veces la solución no está en la inmediatez, sino en algo más sutil, lo cual se puede identificar con una herramienta matemática o de ciencias exactas”.