Ayer comentábamos que las campañas rumbo a la gubernatura habían iniciado flojas; no hubo discursos concretos ni fuertes. Que no fue un día convincente, vaya.
En el segundo día las cosas siguen igual.
En suma, las campañas están flojas y no creo que sea por estrategia ir de menos a más.
A los candidatos les falta mucho. No pegan. Son campañas sin “punch”.
No se trata de una pelea de boxeo en donde alguien deba o no ganar un asalto. Tampoco es un partido de fútbol americano para ver quien mete el primer touchdown.
Aquí se trata de convencer al electorado y éste votar por quien considere la mejor opción, es decir, ahorita no se puede palpar quién va ganando.
El asunto es que por el momento no ha habido nada convincente y ninguno de los ocho candidatos ha hecho algún pronunciamiento que pueda permitirle al ciudadano definir su sufragio.
El hecho de reunir mayor cantidad de gente no hace a un candidato fuerte en poder de convocatoria, sino sólo en contar con personal con capacidad de movilización. Sólo eso. Un mitin multitudinario no puede definir aceptación ciudadana. Quien así lo afirme miente y manipula.
Vayamos a ver que ha dicho, que le hace falta, cómo ha empezado cada uno de los ocho candidatos; uno por uno en el estricto orden en que aparecerán en la boleta electoral.
Así empezaron, pues.
Francisco García Cabeza de Vaca: Inició con un acto triste y de nostalgia al visitar a víctimas de la violencia en donde les prometió instituciones de seguridad eficientes. No impactó. No tuvo una relevancia más que para las pocas personas que reunió. La gente quiere campañas alegres y si Cabeza de Vaca trae el papel de opositor, debería ponerle nombre y apellido a quienes a su consideración son los causantes de la inseguridad. Debe ser más agresivo (en el buen sentido de la palabra). Empezó muy flojo. Su calificación es 7.
Baltazar Hinojosa Ochoa: Comenzó con la promesa de hacer (él sí) bien las cosas. ¿Quiere decir que se están haciendo mal? El asunto es que no convence con municipalizar las policías, eso no nos garantiza que se acabe la violencia. El que no ataque y no responda no lo hace más fuerte, además ya lo repitió toda su precampaña. Queremos escuchar otras cosas. Está bien su imagen de un hombre de familia y bohemio, pero eso no nos convence (por ciento toca bien la guitarra, pero canta muy desafinado). A Baltazar le hace falta ser más duro y más concreto y menos repetitivo en su discurso y cuando salude a la gente mirarla a los ojos, eso dice mucho, el no hacerlo lo pone como un político disperso. Calificación 7.
Jorge Valdez Vargas: ¿Un político de izquierda empezar campaña asistiendo a misa? Por muy creyente que sea, eso no le da popularidad y lo ubica como un candidato incongruente con la ideología que supuestamente representa. Dice que él no tiene miedo, pero eso no lo hace diferente; a la gente ya se le quitó el miedo, lo que quieren es un verdadero líder y Jorge no lo ha podido representar. Su campaña se ve alegre, pero debe ser más concreto en su propuesta, de lo contrario su arenga queda dispersa. Calificación 6.
Armando Vera García: No se supo cómo empezó. Caray, ahora con las redes sociales no hay pretexto para no comunicar. Flojo, flojísimo su inicio. Sin propuestas concretas. Eso de ofrecer “un cambio verdadero” es un cliché demasiado trillado y desgastado. Con éste hombre no les va alcanzar ni para mantener el registro. Calificación 1.
Gustavo Cárdenas Gutiérrez: La escoba es un buen instrumento mediático que le puede ayudar a alcanzar popularidad en otras regiones de la entidad como lo hizo hace tres años en Victoria y que le pegó un mega susto a los priistas. Gustavo es carismático, pero no nos ofrece nada, al menos nada nuevo que hayamos escuchado de otros candidatos opositores. Él pinta para ser el caballo negro de la contienda, pero igual que Cabeza de Vaca, si no le pone nombre y apellido a “los problemas de la entidad”, la gente no volteará a verlo. No ha hecho un compromiso clave que haya llamado la atención. Calificación 7.
Héctor Martín Garza González: Igual que Armando Vera, sin comunicado con exactitud cómo fue su inicio de campaña. Pero lo está haciendo el famoso “Guasón” es una campaña en favor de López Obrador de cara al 2018. Vaya, no se promociona como candidato a Gobernador, sino a MORENA “como la esperanza de México” y a AMLO como el líder de ese movimiento. Mucha gente está harta del tabasqueño y eso en nada les va ayudar, pero bueno, entendemos que lo que quieren es fortalecer al partido, la gubernatura, para ellos, es lo de menos. Calificación 4.
Abdíes Pineda Morín: Su discurso de “que no te vengan a decir que en Tamaulipas no pasa nada”, es bueno. Habla de factores por los que padece Tamaulipas, pide a los tamaulipecos despertar y que juntos busquen la paz, el problema es que no propone nada serio y concreto. Él es un operador nato, sabe hacer campañas, pero la poca estructura de su partido no le va alcanzar para hacer una campaña más fuerte. Su inicio fue flojo y sin nada qué ofrecer. Calificación 5.
Francisco Chavira Martínez: Eso de empezar su campaña llevándole serenata a su abuelita como que no era lo que esperaban los tamaulipecos. El ir a echarse unos tacos a la calle no lo convence cuando trae una cuera tamaulipeca de más 30 mil pesos. Lo poco que ha propuesto no es factible y mucho menos convence. Debe ser más agresivo, debe penetrar más en colonias y ejidos. Debe hacer más, hasta ahora no le va alcanzar. También debe evitar las comparaciones con el “Bronco” neolonés. Calificación 6.
Así las cosas en los primeros días de campaña. Hasta ahora, ninguno ha dado un paso fuerte, mucho menos firme.
PUNTO FINAL.- “La política el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa”: Marco Aurelio Almazan.
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