Ciudad Victoria, Tamaulipas.- En la Universidad Autónoma de Tamaulipas concluyó la etapa de cacicazgo porril que aún tenía algunos resquicios en planteles de la institución.
Uno de los últimos fue Gonzalo Hernández Flores quien mantenía desde hace casi dos décadas el control político y estudiantil en la Unidad Académica de Trabajo Social y Ciencias para el Desarrollo Humano.
Desde la Dirección de Servicios Escolares, de la que era titular desde el 2003, Hernández Flores disponía de catedráticos, alumnos y quitaba y ponía a los directivos del plantel con gente a fin a él.
Aunado a lo anterior, a través del “Grupo Azul”, que en teoría era coordinado por estudiantes, llevaba un férreo control de los alumnos, de quienes disponía de su tiempo, incluso, para amenizar y servir en eventos personales de Hernádez Flores.
Los catedráticos tenían que estar a dispocisión de quien fuera director de esta facultad, rendirle culto y estar al pendiente de lo que se ofreciera de manera personal, incluso, hasta de comprarle un refresco.
Los últimos dos directores fueron impuestos por él y trabajan al modo que les imponía y respondían a sus intereses políticos y personal.
Entre otras situaciones, Gonzalo Hernández también establecía métodos de trabajo, condiciones laborales y hasta la forma de dar cátedra.
Se deshizo de maestros que no le rendían pleitesía y puso como docentes a alumnos recién egresados, sin experiencia, sólo por el simple hecho de que éstos sí respondían a sus caprichos.
La mayor parte del personal de apoyo de la Dirección de Servicios Escolares eran egresados de Trabajo Social, quienes desde el “Grupo Azul” manejaban a los demás estudiantes de esa escuela.
De esta manera, concluye una etapa más de cacicazgo en la UAT e inicia una mucho más democrática impulsada por el rector Enrique Etienne Pérez del Río.