Según el diccionario, un debate es “un acto de comunicación y exposición de ideas diferentes sobre un mismo tema entre dos o más personas”.
Si partimos de esa definición no debería de haber un ganador en el debate político del sábado pasado entre los candidatos a la gubernatura de Tamaulipas.
Si a caso, el ganador sería el elector porque conoció la propuesta de los ocho candidatos de un jalón y la manera en que cada uno de ellos conoce la problemática de la entidad y cómo la expresa.
La misma noche del sábado, los ocho candidatos, sí, los ocho, casi al mismo tiempo aseguraron haber ganado el debate y sus respectivos simpatizantes hacían lo propio.
Algunos aplaudidores al servicio de alguno de los candidatos disfrazados de periodistas, daban cuenta también que su “gallo” había ganado, dejando a un lado su papel de comunicador y escribiendo con las tripas (y quizás con la cartera) desorientando aún más a la población.
En mi opinión, no puede haber un ganador; todos hablaron, cuestionaron y criticaron al adversario por igual.
Habría qué ver en qué se basan para decir que Fulano o Perengano “ganó” el debate.
Si es por ser víctima de ataques, entonces el ganador sería Cabeza de Vaca.
Si es por ser más preciso en su exposición, entonces el ganador sería Baltazar Hinojosa.
Si es por proponer ideas más inovadoras, entonces el ganadore sería Abdíes Pineda Morín.
Si es por sustentar mejor sus propuestas y cuestionamientos, entonces el ganador sería Jorge Valdez Vargas.
Si es por aquél que se dedicó a proponer y dejar a un lado el golpeteo, pues entonces el ganador sería Héctor Garza.
Si lo basamos en aquél que llevaba más porra, ahí los ganadores serían Gustavo y Baltazar.
Si se establece en propuestas concretas y viables, Cabeza de Vaca, Jorge Valdez y Baltazar Hinojosa serían los ganadores.
Si es por aquél que más insultó, Gustavo y Chavira fueron los triunfadores.
Si es por el que menos titubeó, todos serían los ganadores, excepto Gustavo Cárdenas.
Si es por la irresponsabilidad de llevar a chamacos a apludirles poniendo en riesgo su propia integridad, incluso de llegar a los golpes o de que un vehículo los atropellara, entonces los ganadores serían Gustavo, Baltazar y Abdíes.
No, no creo que haya un ganador absoluto del debate. Creo que cada uno a su estilo y con su sello plasmaron la propuesta que tienen en caso de ser Gobernador de Tamaulipas.
Hay algunas propuestas buenas y otras no tanto, pero eso no quiere decir que a la hora de plasmarlas se defina a un ganador.
Hubo descalificaciones y muy serios cuestionamientos, sí; pero con ello tampoco podemos definir a un ganador o a un perdedor.
El debate del sábado es un avance en el sistema democrático de Tamaulipas, es un pequeño paso hacia la pluralidad.
Debo reconocer el esfuerzo y trabajo que hizo Tania Contreras, que si bien criticamos mucho en anteriores columnas su sumisión al sistema, en este proceso de debates se quitó su playera tricolor y trabajó en un esquema imparcial y sin inclinarse a favor de nadie.
Aún falta un encuentro más y me parece que será la misma tónica: todos contra Cabeza de Vaca y Baltazar.
PUNTO FINAL.- Dime quién es el blanco de ataques y te diré quién es el que va ganando… Dicen que dicen.
Twitter: @Mauri_Zapata