La Defensoría del Pueblo de Colombia ha atendido 89 casos de violencia contra personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuadas) en 2016, informó este lunes el organismo que vela por los derechos humanos, al denunciar siete nuevos casos de amenazas de muerte.
En la última semana, “se registraron amenazas de muerte contra seis personas que se autoreconocen como transgénero y una persona gay” en el departamento de Arauca (este, fronterizo con Venezuela), dijo la Defensoría en un boletín de prensa.
“Los hostigamientos contra estas personas tienen una fuerte carga homofóbica y transfóbica”, detalló el organismo, que aseguró que parte de los ataques fueron hechos a través de internet.
“Estos hechos se suman a los 89 casos de violencia contra personas con orientación sexual e identidad de género diversas que han sido atendidos por las duplas psicojurídicas de la Defensoría durante los primeros meses del año”, dijo también el organismo.
La principales víctimas de los ataques han sido mujeres transgénero y hombres gays.
En lo que va del año se ha presentado un aumento en los casos atendidos por la Defensoría del Pueblo, si se considera que en todo 2015 la entidad atendió 92 situaciones de violencia contra personas LGBTI, de las que 25% correspondieron a victimizaciones en el marco del conflicto armado de más de medio siglo que vive el país.
En cuanto a los últimos casos registrados en Arauca, la Defensoría aseguró que acompañó las gestiones para poner las denuncias y pedir la “solicitud de medidas de protección de tres personas afectadas por la amenazas”, a la vez que acompaña a los otros cuatro afectados para que realicen este proceso.
“El miedo a las represalias y la discriminación histórica de las víctimas han generado dificultades para poner en conocimiento de las autoridades competentes los hechos”, destacó también el ente.
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que ha enfrentado a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y fuerzas públicas y deja ya más de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.