El presidente Barack Obama declaró el lunes que no hay pruebas claras de que el hombre que abrió fuego en un club nocturno de Orlando haya recibido órdenes para realizar su ataque o que haya sido parte de un complot mayor.
Agregó que la información que poseen las autoridades indica que el tirador se inspiró en la información extremista que se difunde por internet.
“Aunque luchemos contra el Estado Islámico (EI) y otras organizaciones extremistas en el extranjero, e interrumpamos complots (terroristas), uno de los mayores retos que vamos a tener es esta propaganda que le llega a individuos que terminan motivados para entrar en acción”, consideró Obama.
En este sentido, mostró su preocupación por el problema añadido de que estas personas radicalizadas tengan “un acceso fácil” a “armas muy poderosas”, como las empleadas por el autor de la matanza.
“Pensamos que es terrorismo e ignoramos el problema que tenemos con las armas. Tenemos que ir tras las organizaciones terroristas y extremistas, pero también tenemos que asegurarnos de que a esta gente no le resulta fácil obtener este tipo de armas”, aseveró.
El mandatario estadunidense añadió que la investigación se encuentra en sus etapas preliminares y que se está manejando como una pesquisa sobre terrorismo.
La masacre comenzó poco después de las 2 de la mañana del domingo en el club nocturno Pulse, ubicado en el corazón de Orlando, unos 25 kilómetros al noreste del complejo Disney World.
Obama confirmó que el agresor obtuvo las armas de manera legal, ya que no tenía ningún tipo de historial criminal.
“Lo fácil que sea o no obtener este tipo de armas marcará la diferencia en este tipo de casos. No importa la motivación”, reiteró el mandatario.
Obama declaró que el ataque fue similar a un tiroteo el año pasado en San Bernardino, California.
Unas 350 personas asistían a un evento de música latina en el club en el momento del ataque, y sobrevivientes describieron escenas de carnicería humana y pandemonio cuando el atacante tomó rehenes dentro de un baño del lugar.