Hasta cierto punto es normal, dado el nivel de excesos y abusos, que sobre todo los ciudadanos de a pie como los de más peso económico exijan al gobernador electo Francisco Javier García Cabeza de Vaca arrasar con aquellos que directa o indirectamente se ensañaron impunemente con el presupuesto, sin dar oportunidades a nadie más que a sus amigos y familiares.
Los reclamos a través las redes sociales y otros medios de comunicación, para que el reynosense blanda su espada y arremeta contra ese monstruo de mil cabezas que es la corrupción, son la constante por parte de un muy amplio sector social y empresarial que vio siempre puertas cerradas durante casi media docena de años, situación que aseguran no tenía precedentes y que llevó a algunos a agitar banderas de otros colores.
Por lo anterior puede que no todos hayan quedado contentos con el discurso de García Cabeza de Vaca, emitido el sábado al mediodía en el cruce de Gaspar de la Garza y José María Morelos, en el que adelantó que no gobernará movido por el odio y el rencor pero a la vez descartó un borrón y cuenta nueva, al asegurar que no habrá espacio para la impunidad, que es precisamente lo que ahora detona los reclamos para que actúe con dureza.
Lo mejor es que en este campo minado al que se internara a partir de octubre, el gobernador electo tendrá guías que conocen a la perfección dónde puede brotar la pus que enfermó la relación entre gobernantes y gobernados, quienes adoptaron poses de virreyes y sin piedad alguna pisotearon dignidades y compraron conciencias que cubrieran sus componendas incluso hasta en las mismas campañas proselitistas.
Es cierto que no se puede gobernar con sed de venganza, pero ello no obsta para que se escuche y si tienen sustento esos reclamos castigar los excesos, porque desde luego que hay situaciones inocultables en las que intervenir no sería criticable, pero sí lo sería dejar pasar esa oportunidad de demostrar que los poco más de 721 mil ciudadanos que le dieron su voto no se equivocaron.
APUNTE.- Miguel Mansur Pedraza es un empresario victorense que desde siempre le ha apostado a invertir su capital en su querida Ciudad, independientemente de las vicisitudes que han rodeado su vida familiar y empresarial.
En el arranque de la campaña proselitista de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el ex dirigente de los empresarios locales soportó de todo comenzando por el escarnio de quienes por intereses personales lo consideraron con el candidato equivocado.
Ahora es precisamente Miguel quien comanda la tropa victorense en el equipo del gobernador electo, es en quien descansó la confianza de Francisco a la hora de cuidar la aplicación de los recursos en la campaña, labor que dejó más que convencido al de Reynosa de que sumó a un colaborador comprometido.
Lo saludé en el Polyforum, su semblante no ha cambiado, sigue con misma personalidad de siempre, si acaso el único cambio es que está más feliz aunque a decir verdad nunca lo he visto enojado, además ese no es su estilo pues como lo ha dicho antes, así no somos los victorenses.
PENDIENTE.- De pronto apareció un ejército virtual de juzgadores, de acusadores, lo menos que hicieron fue señalar e intentar linchar a lo que llamaron chaqueteros, como si no supieran que lo de hoy es mimetizarse o pasar seis, 12 o hasta 18 años en la banca.
Aquí los veo, leo y escucho: @JosdelCarmenPR / [email protected]