Los atentados que tuvieron como objetivos un autobús con guardias de seguridad nepalíes de la Embajada canadiense en Kabul y un mercado en el noreste de Afganistán causaron hoy al menos 24 muertos y medio centenar de heridos en una sangrienta jornada en el país asiático.
El ataque suicida contra el autobús tuvo lugar a primera hora de la mañana en el este de Kabul donde murieron catorce guardias de seguridad, todos ellos nepalíes, y heridas a otros cinco hombres de esa nacionalidad así como a cuatro afganos.
En el otro atentado, ocurrido pocas horas después, al menos diez civiles murieron y otros 40 resultaron heridos cuando una bomba colocada en una motocicleta estalló en un mercado en la localidad de Kisham, en la provincia de Badakhshan.
A estos dos ataques se sumó una segunda explosión en Kabul, aunque sin víctimas mortales, pero un miembro de un consejo provincial y cuatro personas más fueron heridas tras la detonación a distancia de un artefacto explosivo.
El jefe del Departamento de Emergencia de la Policía del Ministerio de Interior afgano, Homayoon Aini, indicó que en el primer atentado el atacante suicida iba “aparentemente a pie” cuando detonó los explosivos contra el autobús.
Los nepalíes fallecidos pertenecían al equipo de seguridad de la embajada canadiense en Kabul, de acuerdo con un comunicado en el que la legación norteamericana especificó que el ataque se produjo cuando estos se dirigían a su puesto de trabajo.
“Nuestros corazones y pensamientos están con las familias de los afectados en este cobarde ataque terrorista”, indicó la embajada, que señaló que el complejo de la sede diplomática no resultó afectado.