El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi abandonó hoy el hospital de San Raffaele de Milán (norte) tras la operación a corazón abierto a la que se sometió el pasado 14 de junio y señaló que en su país “falta un líder”.
En declaraciones a los medios a la puerta del hospital, Berlusconi dijo: “uno siente poder dar todavía una aportación, una contribución al propio país. Espero que no haga falta, pero si fuera necesario espero tener la fuerza”.
“En Italia hay una preocupante carencia de líder”, continuó Berlusconi, de 79 años, que sufrió una intervención quirúrgica en la que se le sustituyó la válvula aórtica -que separa el corazón de la aorta y que se abre y cierra para permitir que la sangre fluya hacia el resto del cuerpo- por una biológica de origen animal.
“Ha sido una prueba muy, muy dolorosa, no creía que podría afrontar tanto dolor. Ahora estoy un poco mejor”, agregó.
“Mis preocupaciones principales son el dolor y no poder dormir”, dijo el líder de la conservadora Forza Italia.
Añadió que también “hay que estar preocupado por todo lo que pasa en el mundo, por este terrorismo feroz y absurdo y por la situación mundial, que presenta una ausencia de liderazgo increíble”.
“Con la salida de Inglaterra (de la Unión Europea tras el referéndum celebrado en el Reino Unido) puede comenzar un proceso de disgregación”, dijo el ex jefe del Gobierno italiano.
“La gente joven no se acuerda de qué fue la Guerra Fría y las dos grandes guerras, de las cuales la segunda causó 60 millones de víctimas, una guerra fratricida entre europeos”, se lamentó Berlusconi.
Berlusconi pasará los próximos meses de recuperación en su mansión de Arcore, cerca de Milán, y será seguido por los médicos del hospital donde fue operado.
En 2006, Berlusconi fue operado en una clínica de Cleveland, en Estados Unidos, para la implantación de un marcapasos y en 1977 fue sometido a una cirugía en la próstata por un cáncer.