El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará a la ciudad de Dallas para participar el martes en un servicio fúnebre en honor de los cinco agentes de la policía de Dallas asesinados por el exsoldado afroamericano Micah Xavier Johnson.
Obama, quien acortó por un día su visita a España para regresar a Estados Unidos, fue invitado a la ciudad por el alcalde demócrata de Dallas, Mike Rawlings.
“El presidente viajará a Dallas, Texas, para participar en un servicio multirreligioso en el Centro Sinfónico Morton H. Meyerson”, informó en una breve declaración el portavoz presidencial Josh Earnest.
Desde Madrid, donde se reunió este domingo con el presidente español en funciones, Mariano Rajoy, Obama hizo un llamado a los integrantes del movimiento Black Lives Matter que mantengan un tono respetuoso en sus manifestaciones públicas.
Asimismo, expresó la necesidad de que las organizaciones policiales respeten las frustraciones que sienten los integrantes de estas comunidades y que no desestimen las cosas positivas que han surgido de las manifestaciones.
Al menos 200 personas, la mayoría jóvenes, fueron arrestados en la noche del sábado y madrugada del domingo en una nueva ola de protestas en Minnesota, Baton Rouge, Nueva York, y otras ciudades de Estados Unidos.
Más de 125 jóvenes fueron detenidos en Baton Rouge, Louisiana, donde protestaban por la muerte la semana pasada del afroamericano Alton Sterling por dos policías blancos, durante un intento de arresto por vender discos compactos fuera de una tienda de abarrotes.
En St. Paul, cientos de activistas protestaron por el asesinato del afroamericano Philando Castile por un policía latino y medio centenar de ellos fue detenido por bloquear la carretera Interestatal 94.
La policía arrojó gases lacrimógenos y gas pimienta para dispersar a la multitud, luego de acusar a los manifestantes de arrojarles botellas y otros objetos.
La agenda original de Obama incluía una visita a la ciudad de Sevilla, pero decidió suspenderla a la luz de los acontecimientos en Dallas, donde murieron cinco agentes y siete más fueron heridos, además de dos civiles.