Más de 50 mil personas han sido detenidas, despedidas o suspendidas de sus puestos de trabajo por parte del gobierno de Turquía a raíz del fallido golpe de Estado ocurrido la semana pasada.
El Consejo de Enseñanza Superior (YÖK) de Turquía prohibió a los profesores universitarios los viajes de trabajo al extranjero, informó este miércoles la agencia de prensa progubernamental Anadolu, cinco días después de la fracasada asonada militar.
Asimismo, el YÖK urgió a las universidades que tienen profesores fuera de Turquía que los hagan regresar al país “lo antes posible”.
La purga de los que se consideran desleales al presidente Recep Tayyip Erdogan se amplió para incluir a profesores, decanos universitarios y los medios de comunicación.
Las autoridades cerraron ayer medios de comunicación y 15 mil personas fueron dados de baja del Ministerio de Educación.
En un comunicado, el Ministerio de Educación señaló que “hemos llevado a cabo un trabajo respecto a los empleados públicos que estén vinculados a FETÖ”.
Anteriormente, miles de empleados estatales civiles y personal militar han sido despedidos o detenidos a raíz del intento golpista del pasado viernes, lo cual incluye también a tres mil jueces.
La eliminación de miles de funcionarios ha alarmado a los observadores internacionales, con las Naciones Unidas instando a Turquía para mantener el Estado de derecho y la defensa de los derechos humanos.
A partir del lunes por la noche más de ocho mil personas han sido detenidas sobre su supuesta participación en los planes para derrocar al gobierno.
Las represalias llegan al punto de que la agencia de asuntos religiosos Diyanet, la más alta autoridad islámica de Turquía, ha anunciado que los golpistas fallecidos no tendrán exequias religiosas.
Asimismo, el presidente turco ha estado hablando de la reinstauración de la pena de muerte en Turquía, abolida en el año 2002 al hilo del proceso de adhesión a la Unión Europea, como represalia para los líderes del intento del golpe.
El gobierno turco ha insistió en acusar al clérigo Gülen, que vive autoexiliado en Estados Unidos, de orquestar el golpe de Estado en el que murieron 240 personas y mil 400 resultaron heridas, según el último balance ofrecido por la agencia estatal.