Ciudad de México.- El consumo privado, la actividad que mantuvo el dinamismo de la economía mexicana en los últimos meses, frenó su crecimiento en el segundo trimestre.
Ello ocurrió al mismo tiempo que los indicadores que reflejan la confianza de los consumidores y sobre lo adecuado de realizar inversiones “continuaron deteriorándose”, mientras los riesgos de una mayor inflación han ido en aumento.
Son las valoraciones que hizo la junta de gobierno del Banco de México al tomar la decisión, hace dos semanas, de elevar en medio punto porcentual su tasa de interés de referencia, a 4.75 por ciento, se desprende de la minuta que recoge la discusión, publicada este jueves.
Sin embargo, en la junta de gobierno del Banco central se planteó la idea de que tras el frenazo del segundo trimestre, en el tercero la economía comenzó a retomar un mayor dinamismo.
“La mayoría de los miembros (de la junta de gobierno) destacó que la economía mexicana registró una contracción en el segundo trimestre de 2016, como resultado de que se frenó el crecimiento del consumo privado, a la vez que la inversión y la demanda externa siguieron mostrando un débil desempeño”, establece la minuta.
En la discusión sobre la economía mexicana, uno de los miembros de la junta expuso que los indicadores de confianza del consumidor, así como los referidos al momento adecuado para invertir, continuaron deteriorándose.
Otro notó que persiste la atonía del sector exportador en su conjunto, e indicó que tanto el consumo privado, como el sector terciario, que han representado las principales fuentes de crecimiento por el lado de la demanda y la oferta, respectivamente, han registrado un menor ritmo de crecimiento.
El Banco de México hace pública una minuta de sus reuniones de política monetaria dos semanas después de realizadas. Da a conocer algunas de las posiciones de los integrantes de la junta, que es encabezada por el gobernador Agustín Carstens, pero no identifica por sus nombres a quienes las emiten.
La minuta menciona que no obstante la evolución de la economía en la primera mitad del año, “más recientemente el consumo ha presentado una expansión elevada y las exportaciones manufactureras han detenido su descenso”.
Uno de los miembros de la junta, de acuerdo con la minuta, también mencionó el reciente aumento de las importaciones de bienes de capital.
La mayoría destacó que, si bien el sector industrial ha permanecido estancado, recientemente se ha observado cierta recuperación en diversos indicadores de la actividad productiva, en particular en los servicios y en la producción manufacturera.
“Así, un miembro (de la junta) consideró que tras la caída observada durante el segundo trimestre, la actividad económica mexicana ha reiniciado una expansión moderada, la cual es de esperarse que continúe durante el resto de este año y el siguiente”.
Deterioro de la inflación, dentro de los límites previstos
La minuta establece que, según opinión de la mayoría de integrantes de la junta, en el corto plazo, el balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado.
Uno de los riesgos de mayor inflación, citado en la minuta, es la posibilidad, que “no se puede descartar”, de que el peso “experimente depreciaciones adicionales” como consecuencia de la incertidumbre asociada al entorno externo y que ello afecte las expectativas sobre la evolución de los precios.
“En este contexto, actualmente, ese es el principal riesgo al alza para la inflación, a lo que uno (de los miembros de la junta) añadió que dicho riesgo persiste aun en un entorno de traspaso relativamente bajo”.
Otro advirtió que existe la posibilidad de que la paridad peso-dólar se ubique en niveles por encima de lo previsto durante un periodo prolongado, que la depreciación del tipo de cambio tenga efectos no lineales sobre los precios y que, en virtud de la tendencia de la inflación, esta muestre cierto aumento aún en ausencia de choques adicionales.
Como otro riesgo al alza para la inflación, la mayoría de miembros de la junta mencionó que se podrían suscitar aumentos súbitos de precios de bienes agropecuarios, si bien su impacto sobre la inflación tendería a ser transitorio. Uno de ellos consideró que, de hecho, la posibilidad de este repunte, latente desde hace tiempo, ya se está materializando, si bien agregó que un choque de esta naturaleza no debería dar lugar a efectos de traspaso a otros productos.