Guadalajara.- Los Packers de Green Bay no llegan al Super Bowl desde la edición XLV, la cual ganaron, pero en dos de las tres últimas temporadas se han quedado en el Campeonato de Conferencia de la NFC.
En 2016, Aaron Rodgers y compañía llegaron a la antesala del juego grande después de que avanzada la temporada regular parecía que ni siquiera les alcanzaría para un boleto a los Playoffs.
Pero la determinación del equipo cambió y terminaron por ganar los últimos seis encuentros de la campaña para quedarse con el título del Norte de la NFC y avanzar a la postemporada por octava ocasión consecutiva.
Sin embargo, en el Juego de Campeonato fueron arrollados por una joven e imparable ofensiva de los Falcons de Atlanta, que humillaron a los Packers por marcador de 44-21.
Al término de ese encuentro, Aaron Rodgers dijo que el equipo no necesitaba reconstruirse, sino reagruparse, reforzar ciertas áreas que hicieran de los Packers un conjunto más completo y que les permitiera llegar al Super Bowl.
De cara a esta temporada, una buena parte del roster ha cambiado en ambos lados del balón; la ofensiva por la vía de la agencia libre y la defensiva a través del Draft.
Los Packers se moverán de acuerdo al ritmo que Aaron Rodgers dicte; el veterano pasador llega a su décima temporada como el dueño del puesto más importante en el emparrillado y año tras año parece que su nivel no está ni cerca de declinar, al seguir completando pases inverosímiles y guiando a su equipo a destinos avanzados.
Y el panorama parece indicar que por aire la ofensiva de los Packers seguirá siendo de temer, pues no hubo grandes cambios, a excepción de la suma de Martellus Bennett, uno de los mejores alas cerradas de la Liga, dándole una nueva dimensión a esta área en al ataque aéreo que conserva a Jordy Nelson, Randall Cobb y Devante Adams como receptores.
Por tierra está la gran interrogante. Después de un par de temporadas con problemas de peso y lesiones, Eddie Lacy dijo adiós; en 2016 emergió la figura de Ty Montgomery, que como receptor fue improvisado como corredor y tiene en sus manos el puesto titular, aunque le competirán tres novatos.
En cuestiones defensivas, Green Bay buscó enmendar sus errores en el perímetro al invertir sus primeras dos selecciones de Draft de este año en jugadores para dichas posiciones.
La defensiva por aire de los Packers fue la segunda peor de la Liga en 2016 y ello se evidenció en la Final de la NFC; ahora, Kevin King y Josh Jones tienen la encomienda de cubrir las salidas de Sam Shield y Micah Hyde.
Sin embargo, Green Bay necesitará más de sus siete frontales para no sufrir por el ataque aéreo. Tanto Clay Matthews como Nick Perry son capaces de ejercer presión y en la línea Mike Daniels y Richy Jean-Francois deben cumplir con la misión de abrir espacios para los apoyadores.
A pesar de ciertas falencias que pueda tener la defensiva de Green Bay, su poderío ofensivo los hace favoritos a ganar la División y con ello lograr esas dos victorias que en 2016 les hicieron falta para volver a tener el rol protagónico que la franquicia ha poseído a lo largo de la historia.