Una vez ungido Sergio Guajardo Maldonado como titular del Comité Directivo Estatal del PRI en Tamaulipas, las aspiraciones de algunos que pretendían una candidatura pudieran caerse, y por el contrario, las que hasta el viernes estaban apuntaladas, al día de hoy podrían estar desvanecidas.
En todas las posiciones podría haber cambios, incluso, en aquellas pocas alcaldías en las que los Presidentes Municipales tendrían amarrada la reelección, ahora estarían cambiando de planes.
Hace un mes, en este mismo espacio, se daba cuenta de algunos nombres con posibilidades de ir en busca de las diputaciones y un escaño en el Senado, pero con estos cambios de “liderazgo”, el escenario luce diferente.
Y esto no es un afán de intentar adivinar quién podría ser considerado para después, de manera arrogante y engreída decir: “como aquí se los adelantamos…”. No. Para nada. Se trata sólo de hacer un simple análisis sobre los cambios políticos que se avecinan con los nuevos jerarcas, en éste caso, del priismo tamaulipeco.
Pero son tantos y tantos nombres a los que les urge un puesto, que faltaría espacio para apuntar a todos los que quieren. Y aun depurando los nombres de quienes realmente podrían tener una posibilidad, sigue sobrando mucha gente.
Hay que ser precisos que para la fórmula que va para el Senado, por Ley, debe ir un hombre y una mujer.
Para las diputaciones es diferente. Si bien, la Ley también exige paridad, es decir, que la mitad sean mujeres y la otra varones, para el caso Tamaulipas no necesariamente debe haber cinco y cuatro, o cuatro y cinco.
Me explico. La Constitución federal establece mitad y mitad, tomando en cuenta que es una elección federal y que de los 300 candidatos que postulen, 150 deben ser un género.
Así, el PRI podría establecer, por ejemplo que los nueve distritos de Tamaulipas, o todos sean hombre o todos sean mujeres, siempre y cuando, al final de la suma de 150 y 150 de todos los distritos federales del país. Vaya, no es por Estado.
De tal manera que hay varios hombres que quieren ser Senadores y pocas mujeres que hayan levantado la mano para ese mismo puesto.
De los varones están Ramiro Ramos, Alejandro Guevara, Edgar Melhem, Oscar Almaraz, Enrique Cárdenas, Baltazar Hinojosa y no dude que ahora, hasta Oscar Luebbert también se vaya a apuntar.
De mujeres no hay mucha variedad. Apunte a Yahleel Abdala, María Esther Camargo, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, Blanca Valles y Magdalena Peraza. Quizás podrían alcanzar la mención Susana Hernández o Mónica González, pero ambas con menos posibilidades.
Se nota un tanto complicada la situación.
Para las diputaciones federales, se ve igual de complejo, pero sí hay nombres para contender. Ramiro Ramos por el distrito I, si es que no se le da la candidatura al Senado, pero por ese mismo rumbo está Ramón Garza Barrios.
Luebbert podría ir por el II, que ahora abarcaría la llamada frontera chica y Reynosa rural. Pero por esos rumbos también hay gente que cuenta con trabajo como Carlos Solís o hasta Aida Zulema.
En el III que ahora sólo es Reynosa (ciudad) cuente a Ernesto Robinson y Humberto Valdés Richaud o hasta Rigoberto Garza Faz, a quien se la deben y que ha trabajado por el cargo.
En el IV con cabecera en Río Bravo son pocos los que se apuntan. Quizás Juan Diego Guajardo o bien Copitzi Hernández, aunque en este caso sí podría perfilarse un enroque y mandar a la diputada local por la alcaldía de ese municipio y a Juan Diego por la curul, aunque este hombre fue improductivo cuando se sentó en un escaño estatal.
En el distrito con cabecera en Matamoros hay más nombres, aunque ahí, la verdad, es una incógnita. Sin embargo, no descarte a Mónica González, a Anto Tovar o bien a algún ex alcalde de aquella población como Alfonso Sánchez Garza.
Por Victoria es otra incógnita. Hay varios nombres, pero dependerá mucho de cómo se determine la posición en que habrán de colocar al alcalde Almaraz.
En el VII, que abarca Mante, el Altiplano y la Temporalera, cada vez hay menos nombres que la quiera, pero sobre todo, que puedan ganar.
En el VIII de Altamira, está Carlos Toral y por Tampico, es decir, el noveno distrito, está Olga Sosa que ha ganado simpatías, incluso, ya con cierta experiencia legislativa, podría llegar a San Lázaro a leer las efemérides de manera fluída.
En fin, cada mes cambian los escenarios. Pero además también podría dependender mucho de quien resulte candidato a la presidencia del país.
Por lo pronto, lo que le urge a los tricolores es establecer quién manda en el PRI tamaulipeco.
En cinco palabras: Son los mismos, acomodados diferente.
PUNTO FINAL.- “Aquellos hombres que están libres de prejuicios comunes, adquieren otros”: Napoleón.
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