Tula, Tamaulipas.- Esta es la ciudad más antigua de Tamaulipas.
A sus 402 años, conserva mucha infraestructura vieja y hasta un aroma colonial. Se ve una resistencia a la modernidad, pero es justificado. La mirada contempla la fundación de un Pueblo Mágico.
El Presidente de México visita por primera vez los municipios de Tula e Hidalgo en una gira de dos días que incluye San Carlos y Soto La Marina.
Hace 83 años, que no venía un Presidente de México a esta ciudad, lo cuenta Salvador Piña, el cronista de la ciudad.
Y a una cuadra de la Clínica del Imss-Bienestar, fundada hace 45 años sobre el campo Ixtlero de la calle Enrique Cárdenas, aparece el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Es una comitiva que incluye al Gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca y a los directores del Imss, Issste, al Secretario de Salud, al Alcalde de Tula Lenin Coronado.
Van a entrar a la clínica y a encontrarse con el personal, con niños, y a conocer el diagnóstico devastador del equipo médico y su infraestructura.
En 1936, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río llegó a esta ciudad y despachó desde la Presidencia Municipal, para recabar apoyos y lograr la expropiación Petrolera.
Ahora llegó un Presidente que además de juarista, reconoce la política del ex Presidente Cárdenas. Su imagen está por todas partes, en esta zona histórica de Tamaulipas.
Incluso, en playeras, llaveros, cachuchas, sombreros, sombrillas que inmortalizan algunas de sus frases que adornan sus discursos como “¡Me canso ganso!”.
Tres horas antes de iniciar el primer evento del Presidente López Obrador en Tamaulipas y recorrer la clínica del Imss, la gente ya estaba concentrada en la única puerta de acceso.
Eran 600 invitados entre personal del Imss y los beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal, junto con 80 empleados y trabajadores del municipio y Estado que ingresaron.
Hubo campesinos de varios ejidos de Tula, de Victoria y hasta trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Salud Federal.
Todos colocaron mantas al exterior del evento y hasta ellos mismos se quedaron a fuera.
Los servidores de la nación y del Imss, no les permitieron el acceso, y menos con la gritería que tenían.
En el primer momento en que el Presidente los vió, ordenó a uno de la ayudantía ir con ellos, recibir las carpetas de peticiones y la promesa de que tendrían una respuesta.
Hay mujeres y hombres del campo que por años, han administrado la pobreza que los Gobiernos les dan y sus rostros lo demuestran.
Hubo un momento en el discurso del gobernador en que, reconoció la primera visita del Presidente de México a Tamaulipas a esta ciudad, aunque a llegado por Tampico, para viajar a la Huasteca potosina.
“No todos los días tenemos la oportunidad de contar con el Presidente de la República, en esta tierra, en Tula, tierra de gente buena, de gente trabajadora que a pesar de las adversidades, siempre ha salido adelante”.
Y sí, entre las rejas que son la barda de esta clínica, estaban los viejos, contemplando cada momento. Había otros adentro, pero sentados.
Senadores como Américo Villarreal Anaya y su esposa, ‘secuestraron’ en la plática al Director Nacional del Issste Luis Antonio Ramírez Pineda.
Durante 23 minutos disfrutaron de la plática, porque hasta carcajadas soltaron, aunque la conversación la dominó la esposa del doctor Américo Villarreal y el director del Issste; el Senador en algunas ocasiones sonrió.
Para entonces ya había tres protestas. Una más del Sindicato de Salud. “Exigimos recursos humanos para paliar la sobre carga de trabajo. “Estamos en huelga de brazos caídos”, se leía en la manta.
Muchos que llegaron de otras partes, no pudieron ingresar y pero ni falta hizo, desde las bardas gritaban.
Después llegaron los discursos, algo maratónicos como los hace el Presidente y hasta bromea con ello, después 40 minutos de introducción para dar el mensaje central.
Cuando habla de su combate a la corrupción, su principal plan, habla coloquial por momentos y hasta narra historias para citar casos, como el avión presidencial.
“¡Cómo iba a encaramarme a ese avión!”. E incluso aprovechó para decirle nuevamente al Presidente de Estados Unidos Donald Trump, que se anime a comprarle el avión de Peña Nieto.
El discurso fue más ligero cuando bromeo entre denuncia y denuncia, de lo que fue el viejo régimen para remarcar su combate a la corrupción.
Antes, nuevamente citó como ex funcionarios utilizaron el dinero público “para retirarse, se arreglaban la nariz, la cara, bueno…”
Y después inició la clase:
“No pudo la Revolución, a pesar de que fue un movimiento profundo, no pudo arrancar la corrupción que existía en el porfiriato”.
Y contó una anécdota que despertó a los campesinos con risas:
“El mismo Álvaro Obregón contaba que cuando le tumbaron, le quitaron el brazo de un cañonazo en Celaya los Villistas, el mismo Obregón decía que no encontraban su pedazo de brazo y que él le dijo a un amigo que lo conocía muy bien:
‘Saquen una moneda, un azteca y empiecen a mover el azteca por el terreno del combate’ y que se hizo el milagro, empezó el brazo a moverse y agarró el azteca. Dice: ‘Así recuperé mi brazo’.
Siguió: “Acuérdense de lo que decía un cacique de por esta región, pero no de Tamaulipas…” aclaraba entre risas. “Decía cuando le preguntaban: ‘¿Y qué es la moral?’; contestaba: ‘Es un árbol que da moras y que sirve para…’.
Otro acuñó la frase de: ‘Político pobre, pobre político’, es decir, que para ser político había que ser ladrón, había que ser ratero.
Después entró en materia y habló de salud, seguridad, de los programas de su gobierno y los beneficios que tiene Tamaulipas.
“Ya empezamos, ya estamos cumpliendo”
Cuando terminó su mensaje, viajó por carretera al municipio de Hidalgo, Tamaulipas, donde las últimas semanas había sido noticia nacional por la incursión del subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta.