Tecún Umán. Alrededor de mil migrantes centroamericanos se preparan en esta ciudad fronteriza para ingresar este lunes a México, informó Denis Omar Contreras, quien ha colaborado en siete caravanas anteriores.
“Estamos esperando saber qué condiciones va a ofrecer el gobierno de México para hacer una petición, ya que no podemos venir a exigir a un país que no es el nuestro; mañana vamos a ir al puente”, agregó en entrevista colectiva.
“Lo que queremos es libre tránsito, así como entramos a Guatemala; pero a los que más vamos a escuchar para tomar una decisión es a las mujeres y niños”, dijo Conteras, de origen hondureño.
Los aproximadamente mil indocumentados, según Contreras, se encuentran en Tecún Umán desde ayer sábado, por lo que iglesias evangélicas y la católica habilitaron un albergue provisional para atenderlos fuera del centro de la ciudad, ya que las autoridades locales no les permitieron instalarse en el parque central.
“Nos estamos preparando para salir mañana porque aunque hay una clínica móvil, las condiciones son muy difíciles, sobre todo para niños y mujeres. La desesperación es muy grande porque son ya tres días de camino”, reiteró.
Dijo que se espera que en el transcurso del día se agreguen algunos cientos de migrantes a los mil que están aquí.
Frena Guardia Nacional caos de Migrantes
Ciudad Hidalgo, Chis. Entre jalones con agentes de la Guardia Nacional (GN) que, con equipo antimotines resguardan la puerta de entrada a México, alrededor de mil 500 centroamericanos intentaron ingresar por el puente internacional Rodolfo Robles, ubicado sobre el río Suchiate, sin la documentación migratoria requerida, pero los uniformados controlaron el desorden al cerrar la reja metálica.
Los indocumentados, la mayoría de Honduras, pernoctaron en la fronteriza ciudad de Tecún Umán, Guatemala, y por la mañana arribaron y se encontraron con los agentes federales que, para impedirles el paso, les arrojaron gases lacrimógenos directamente al rostro, lo que generó gritos de inconformidad.
Horas después arribó el general Vicente Hernández, comandante de la 36 zona militar y coordinador del centro de operaciones Suchiate de la GN, quien aseguró que todos los migrantes centroamericanos concentrados en el puente –hondureños principalmente–, que desean ingresar a México sin documentos, “serán atendidos de manera humana y ordenada”, ofreciéndoles trabajo.
En entrevista colectiva, insistió en que habrá “ordenadamente una recepción humanitaria de mucha atención. Ése es el plan: darles oportunidades laborales e incluso de que retornen a sus países y allá se les va a dar empleo coordinadamente con la Federación, estados y municipios. Hay mucha oportunidad para estas personas, lo que se está haciendo únicamente es un ingreso controlado”.
Provocadores
Los indocumentados –mil 500 según unas fuentes y entre 300 y 500 de acuerdo con el militar– llegaron muy temprano al puente, donde eran esperados por los agentes. Todo estaba tranquilo hasta que un reducido grupo de encapuchados, presuntamente provocadores, comenzaron a gritar y a iniciar el desorden, por lo que los policías cerraron la reja. Poco a poco regresó la normalidad y los migrantes permanecieron del otro lado de la reja.
Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) les informaron que no podrían pasar a menos que traigan un documento oficial. “Déjennos pasar”, gritaron algunos.
Después de más de una hora, las autoridades mexicanas permitieron el ingreso ordenado de mujeres y niños en grupos de 20 o 30 que aceptaron el ofrecimiento de regularizar su situación en México para obtener un trabajo. Todos fueron subidos en autobuses y trasladados presuntamente a la estación migratoria Siglo 21, con sede en Tapachula, a unos 40 kilómetros de aquí.
“Lo que quiere el gobierno es desbaratar la caravana para que no tengamos fuerza para entrar”, señaló William, joven de Honduras, quien aseguró que él pretende quedarse en México.
El gobierno federal colocó bocinas cerca de donde se encuentran concentrados los indocumentados para repetir este mensaje: “Está cruzando de manera irregular a México. Debe de portar la visa mexicana o documento migratorio. No se exponga a los traficantes de personas, su vida corre peligro. No se deje engañar. No es un hecho que Estados Unidos le otorgará asilo; al contrario, lo podría regresar de inmediato a Guatemala. México le ofrece oportunidad de empleo en su país de origen”.
Orden y respeto.
El general Hernández llegó al puente alrededor de las 12 horas para dirigir un mensaje que tranquilizó a los centroamericanos que esperaban ingresar al país. “Todo está tranquilo y quiero decirles que a todo mundo se le va a atender, pero hay una palabra que todo mundo conocemos que se llama orden y respeto. ¿Estamos?”, les preguntó, a lo que sus interlocutores respondieron en coro: “Sííí”.
Separados sólo por la reja metálica, continuó: “Con orden y respeto, todos seremos atendidos, hay oportunidades para todos. Entendemos la situación: ustedes son nuestros hermanos de Honduras, El Salvador, Guatemala”, expresó. “Gracias”, respondieron los migrantes, que le aplaudieron.
Rechazó que haya habido conato de enfrentamiento con agentes de seguridad: “No tenemos nada, no tenemos un golpe, todo es en orden. Unicamente hay intentonas de empujar, pero eso no es violencia”.
Hasta anoche habían ingresado a México de manera ordenada varios cientos de migrantes que eran atendidos por las autoridades migratorias y otros regresaron a Tecún Umán, por lo que el puente, que fue reabierto, estaba desierto. No obstante, la GN y el INM mantienen su despliegue en la ribera del Suchiate para controlar los pasos informales.
LaJornada/Elio Hernández