Por: Fermin Vallejo
La impunidad tiene fecha de caducidad.
Eso lo deben entender desde ahora los diputados locales del PAN y sus aliados que se han prestado por miedo o por complicidad a todas las reformas y acuerdos ilegales.
Las reformas equivocadas que buscan blindar al gobernador Cabeza de Vaca y un pequeño grupo que saqueó y cometió las barbaridades más atroces en este sexenio, ya han sido impugnadas por el equipo jurídico del grupo de legisladores de Morena que promovieron acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia y que seguro van a ser echadas abajo más temprano que tarde.
Los diputados del PAN no pueden seguir actuando de forma irresponsable aprobando reformas ilícitas que benefician a unos cuantos y perjudican a toda la sociedad tamaulipeca.
Hasta ahora su fuero los protege de cualquier sanción, pero después del 1 de octubre deben ser pasados por la ley y aplicarles castigos severos, amén del juicio popular que hoy repudia cada una de sus acciones. La llegada de Santiago Nieto al equipo del transición del gobernador electo Américo Villarreal Anaya, implica revisar no solo el estado en que dejará la administración el gobierno cabecista, sino también cada una de las acciones anticonsticonstitucionales de los panistas. Si hay responsabilidad, pagarán por ello.
Son muchas maldades legislativas las que han hecho y es necesario frenarlas. Urge este día hacer un llamado a la conciencia (si es que tienen) a la bancada azul. Este día es crucial, pues su pretensión de aprobar la reforma para hacer de la Fiscalía Estatal un monstruo que siga haciendo daño al pueblo. Los diputados del PAN deben reaccionar y frenar al demonio convertido en poder que mata, persigue, acosa y desaparece a quienes no piensan igual que él.
Diputados del PAN tengan un poquito de dignidad y quítense el yugo que hoy los tiene amenazados. Reaccionen: el mal encarnado en una sola persona ya se va; dejen de ser cómplices y agachones; ya no hagan más daño; aún es tiempo de que se salven: las reformas de hoy, no deben pasar o aténganse a las consecuencias de la ley y al escarnio del pueblo.
Su fuero no los salvará del castigo que se merecen.