Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a los representantes de la iglesia católica que han reprochado su estrategia de seguridad tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la comunidad Cerocahui, en Chihuahua; a la par, dijo que el responsable de esos crímenes gozaba de protección de las locales.
Durante la conferencia mañanera de este jueves, el mandatario se refirió de nuevo al caso de los padres Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, asesinados en el municipio de Urique, en el interior de la iglesia de Cerocahui, junto a un guía de turistas, presuntamente por José Noriel Portillo Gil, alías El Chueco, líder de Los Salazar, célula en la Tarahumara del cártel de Sinaloa.
López Obrador aseveró que este y otros casos que han causado conmoción se usan como una campaña contra el movimiento de transformación que él encabeza e insistió en que “el único prudente” sobre estos crímenes ha sido el Papa Francisco, quien ha dicho que la violencia no es respuesta para la violencia.
“Otros (sacerdotes), incluso en Chihuahua, que saben muy bien lo que sucedió, no fueron capaces de decir: esto se origina porque las autoridades locales protegieron a esta persona y aunque había orden de aprehensión actuaba con absoluta libertad y participaba en política, pero como ayudaba a los partidos conservadores, tenía protección o actuaba con tolerancia”, dijo el presidente.
Agregó: “Pero eso no son capaces de decirlo los sacerdotes, y no generalizo. Y esas expresiones de que ‘ya no nos alcanzan los abrazos’, ¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Que resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron cuando (Felipe) Calderón de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaban las masacres, cuando se puso en práctica el ‘mátalos en caliente’, cuando se decía a los altos mandos del Ejército ‘ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’? ¿Por qué esa hipocresía? Eso no se debe permitir a nadie, y mucho menos a un religioso, sea pastor de una iglesia evangélica o sea sacerdote, la verdad”.
El presidente aludió en esa forma al llamado que hizo el fin de semana el sacerdote jesuita Javier Ávila, líder religioso en aquella comunidad, quien aseveró que “los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos (…) nuestro tono es pacífico pero alto y claro”, en alusión a la estrategia de seguridad del presidente.
López Obrador aseveró que no se debe caer en politiquería. “Una cosa es que tengan simpatías con los partidos conservadores y otra cosa es la mentira y la calumnia y el levantar falsos testimonios”.
Respeto a judíos
A la par, López Obrador refrendó su respeto a la comunidad judía, después de que en la víspera ese sector criticara declaraciones previas del presidente.
El Comité Central de la Comunidad Judía de México y Tribuna Israelita impugnaron la calificación de “hitleriano” con la que el mandatario se refirió al publicista Carlos Alazraki. Las organizaciones rechazaron el uso del término “para referirse a cualquier persona” y señalaron que en este caso el enunciado es “lamentable e inaceptable”.
Sin embargo, López Obrador repitió hoy el calificativo, en relación al publicista.
En tanto, el subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía, señaló que hasta ahora ni a nivel federal ni local hay denuncias de cobro de piso a iglesias en Jalisco.