Ciudad de México.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Carlos Hurtado López, anticipa que los ingresos excedentes que tendrá el gobierno federal por la renta petrolera no alcanzarían a cubrir los subsidios a los combustibles.
Explicó que una parte importante se utilizará, de manera inevitable, para cubrir intereses de la deuda, que serán, según la estimación de Hacienda, mayores en 77 mil millones de pesos.
De acuerdo con los Pre-Criterios Generales de Política Económica de 2023, se prevén ingresos petroleros adicionales por 535.5 mil millones de pesos este año, que se utilizarán primordialmente para compensar menores ingresos tributarios y mayor gasto público, incluyendo 77 mil millones de pesos para mayor pago de intereses sobre la deuda, así como una ligera reducción del déficit primario.
En los Pre-Criterios no se especifica qué caídas de ingresos tributarios se compensan, ni en qué rubros se eleva el gasto programable. Pero esa misma reprogramación sugiere que los ingresos no serán suficientes para financiar el subsidio a los combustibles”, señaló el organismo de análisis.
El CEESP estima que dichos subsidios pueden alcanzar 530 mil millones de pesos en el año en su conjunto, cifra prácticamente igual a los ingresos excedentes que estima el gobierno. “Bajo dicha estimación, los ingresos excedentes no alcanzarían a cubrir los subsidios a los combustibles”, insistió.
Además, recordó que hay contingencias que pueden ser otras presiones sobre las finanzas públicas hacia el cierre del año, entre ellas la probabilidad de que tanto el crecimiento del PIB como la plataforma de producción de crudo sean menores a lo previsto en los Pre-Criterios y. por lo tanto, la recaudación tributaria y los ingresos por ventas de petróleo sean menores que los previstos en ese documento.
De acuerdo con el CEESP, de concretarse estas contingencias, la presión adicional sobre las finanzas públicas podría ser de alrededor de 117 mil millones de pesos adicionales.
Hasta el momento, las cifras indican que las finanzas del sector público muestran estabilidad en lo general. Los ingresos crecieron más que el gasto, y el déficit público se redujo y el superávit primario se elevó considerablemente en ambos casos.
No obstante, preocupa la posibilidad de desequilibrios de las finanzas públicas en el mediano plazo. “Si bien las finanzas públicas no muestran riesgos inmediatos, sí hay riesgos importantes para el resto del año y aún más para el mediano plazo”, advirtió el organismo de análisis.