penas el pasado 1 de octubre el gobernador Américo Villarreal Anaya tomó las riendas del estado de Tamaulipas, por lo que es lógico que se le debe dar un tiempo perentorio para que se vean los resultados de su gobierno y sobre todo para que en la entidad se sienta la transformación que prometió en campaña, y que muchos ciudadanos están ansiosos de observar y palpar (para bien, por supuesto).
Sin embargo hay rubros que por su naturaleza no deben descuidarse ni un segundo, y trabajar -como seguramente ya se está haciendo- para que la población no sufra las consecuencias de una mala decisión de la autoridad, de malos cálculos o de errores voluntarios.
En seguridad, lamentablemente los delincuentes no descansan y en lo que va de estos 40 días de la actual administración ya ha habido al menos cuatro eventos (de los que se tiene registro) que ponen en alerta a los tamaulipecos.
Uno de ellos en Nuevo Laredo donde murieron siete criminales y un ciudadano víctima de una bala perdida; otro fue en Reynosa donde apareció un ejecutado en una camioneta abandonada; otro más se dio a conocer en las redes sociales donde denunciaron que en la carretera a Soto la Marina civiles armados detuvieron al menos dos tráileres para extorsionar a los conductores; y un evento más en Ciudad Madero, donde intentaron secuestrar a una pareja en la colonia ampliación Unidad Nacional.
Con lo anterior ya no se puede señalar que son hechos aislados pero sí destacar que al menos en dos de ellos las fuerzas policiales respondieron bien ante la situación de riesgo.
Aunque sí debe poner en alerta a las autoridades encargadas de seguridad, pues en este rubro ya hay resultados favorables que vienen de años atrás, y por ningún motivo debemos regresar a lo vivido en los sexenios de Egidio Torre Cantú y Eugenio Hernández, en los que los tamaulipecos hacían sus actividades cotidianas en constante temor y zozobra por la creciente inseguridad que existía en ese tiempo.
¿POR QUÉ TANTA OBSESIÓN DE DESTRUIR AL INE?
Por otra parte, causa mucha extrañeza que el presidente de la República y los legisladores de Morena están obsesionados con destruir al Instituto Nacional Electoral (INE), pues AMLO llegó al poder gracias a este organismo autónomo.
Los diputados y senadores de Morena de igual forma ganaron sus escaños por méritos propios, pero se destacó el trabajo independiente e imparcial del INE; y de la misma manera hay 22 gobernadores de Morena en el país, cuyo triunfo en las urnas fue avalado por la autoridad electoral.
Entonces, ¿por qué tanto odio a este organismo independiente?, si ya demostró una y otra vez su imparcialidad en los procesos electorales.
¿Será que la popularidad de los integrantes de este partido ha venido en picada, a la par de que los mexicanos perdieron su confianza en ellos?
¿Será que ven mucho riesgo de que pierdan la presidencia de la República en el 2024, y con ello que quien llegue haga justicia y lleve a la cárcel a los realmente corruptos?
¿No sería mejor dejar que el INE realice su trabajo sin presiones?
LA SÍNDICO BORRACHA
Lo que no tiene lugar a dudas y que se hizo viral al menos en Tamaulipas es el bochornoso incidente protagonizado por la síndico del Ayuntamiento de Reynosa María Luisa Tavares, quien en evidente estado de ebriedad provocó un accidente automovilístico e hizo uso de su influyente amistad con la ex alcaldesa quien es mamá del actual alcalde. La información es del dominio público y está en redes sociales.
La síndica ebria manchó la investidura de dicho puesto, y utilizó tráfico de influencias, negándose a hacerse el examen de alcoholemia (aunque no era necesario pues fue evidente su estado inconveniente), entre otras lindezas.
Con lo anterior, los reynosenses se preguntan si el presidente municipal debe pedirle la renuncia a la “servidora” pública, pues de no hacerlo sentará un precedente de influyentismo e impunidad, y podría quedar como un gobierno municipal solapador de los amigos de la ex alcaldesa.
Como siempre la mejor opinión es la de usted, amable lector. Hasta la próxima.