Bruselas.- Oficiales de policía en Bélgica arrestaron a ocho personas durante redadas antiterroristas en todo el país como parte de operaciones destinadas a frustrar posibles ataques, dijo el martes la oficina del fiscal federal.
La policía federal de Amberes llevó a cabo cinco registros en Merksem, Borgerhout, Deurne, Sint-Jans-Molenbeek y Eupen el lunes por la noche a pedido de un juez de instrucción. La oficina del fiscal dijo que cinco personas fueron arrestadas, pero no dio detalles sobre lo que se encontró.
“Al menos dos de las personas involucradas son sospechosas de planear un ataque terrorista en Bélgica. El objetivo del ataque aún no se ha determinado”, dijo la fiscalía.
Mientras tanto, la policía federal de Bruselas realizó redadas en las localidades cercanas de Zaventem, Sint-Jans-Molenbeek y Schaerbeek como parte de un caso separado y arrestó a tres personas.
“Estas personas también son sospechosas de planear un ataque terrorista en Bélgica”, dijo la oficina. “Existen vínculos entre los dos casos, pero una mayor investigación tendrá que revelar hasta qué punto los dos casos estaban entrelazados”.
La emisora belga RTBF informó que los casos de Bruselas y Amberes se centraron inicialmente en dos adultos jóvenes sospechosos de radicalismo violento y que las investigaciones revelaron vínculos entre los dos, con personas potencialmente peligrosas gravitando en su entorno.
Según el centro independiente a cargo de evaluar el riesgo de terrorismo y extremismo en Bélgica, la amenaza actual en una escala de uno a cuatro es media, en el nivel dos.
Los arrestos se produjeron cuando los presuntos miembros de una célula que llevó a cabo los ataques más mortíferos en tiempos de paz en suelo belga hace siete años están siendo juzgados en Bélgica. Los acusados enfrentan cargos que incluyen asesinato, intento de asesinato y membresía o participación en los actos de un grupo terrorista por los ataques en la hora pico de la mañana en el principal aeropuerto de Bélgica y en la línea central de cercanías el 22 de marzo de 2016.
Además de las 32 personas que murieron en Bruselas ese día, unas 900 resultaron heridas o sufrieron traumas mentales.
Entre los acusados se encuentra Salah Abdeslam, el único sobreviviente entre los extremistas del grupo Estado Islámico que en 2015 atacaron el teatro Bataclan en París, los cafés de la ciudad y el estadio nacional de Francia. Fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional por las atrocidades en la capital francesa.