Como las plagas bíblicas, una nube de “chapulines” nunca antes vista, nubló el Congreso del Estado, donde el 50% de los diputados que integran ese poder, han volado para buscar nuevos cargos de elección; buscando alcaldías, senado y la reelección como diputados… y la mayoría sin dejar de cobrar.
Son 18 las diputadas y diputados locales, quienes pese a que la mayoría fueron de apariencia gris y pasaron inadvertidos por la legislatura, buscan sin rubor brincar a otro cargo.
Quince de ellos, lo hicieron con descaro, al no pedir licencia y con ello mantener a salvo su salario de casi 100 mil pesos mensuales.
Ello al aprovechar un resquicio de la ley que les permite no dejar su curul, pero ahora las legisladoras y legisladores del PAN, PRI, Morena y una diputada sin partido decidieron quedarse en el Congreso como estrategia ladina para seguir recibiendo sus salarios y canonjias.
Del PAN actualmente hay 5 legisladores en campaña; 1 del PRI; 1 Diputada sin Partido y 11 de Morena, de todos ellos; 8 decidieron no solicitar licencia , para no perder la ubre del presupuesto legislativo. Sólo tres de 18 pidieron licencia.
Imelda SanMiguel de Acción Nacional, candidata al Senado de la República en la primera posición, sigue en el Congreso del Estado, la misma estrategia aplicó Alejandra Cárdenas, diputada del PRI, quién busca la reelección en Victoria.
En la lista aparece el diputado local del PAN, Carlos Fernández Altamirano, candidato a la Presidencia Municipal de Ciudad Madero por la coalición Fuerza y Corazón por Tamaulipas, siendo diputado en funciones.
Además con la misma treta aparece el Coordinador del grupo parlamentario del PAN, Félix Fernando García Aguiar, quien va como candidato a Regidor en Nuevo Laredo y la candidata plurinominal que también decidió quedarse en el Congreso es Marina Edith Ramírez Andrade de este mismo partido; así como Edmundo José Marón Manzur, actual candidato a Regidor en la planilla del PAN por el Ayuntamiento de Tampico.
Otra diputada que la juega igual es, Casandra de los Santos Flores, diputada de Morena, que es candidata a Diputada Federal por el distrito 03 de Rio Bravo; Magaly Deandar Robinson, diputada de Morena, que va por la reelección por el distrito V con cabecera en Reynosa.
Del mismo partido y por el distrito IV de Reynosa, se encuentra el diputado Marco Antonio Gallegos Galván, quien busca la reelección pero se mantiene como Diputado luego que se negó a pedir licencia después de participar en el proceso interno de Morena para alcanzar la nominación a la candidatura de Ayuntamiento que finalmente no la alcanzó.
También sigue como Diputados en funciones, Eliphaleth Gómez Lozano, quien busca la reelección en distrito IX con cabecera en Valle Hermoso; Humberto Prieto Herrera, candidato a la reelección por el distrito VII de Reynosa se mantiene como Diputado de Morena; además de Gabriela Regalado que va por la reelección en el distrito 01 con cabecera en Nuevo Laredo.
Con pretendido brinco, pero sin dejar el Congreso del Estado se apunta tambièn la Diputada Úrsula Salazar Mojica, quien es candidata de mayoría por el distrito 21 con cabecera en Tampico; su primer período como legisladora fue por la vía de representación proporcional; además de Isidro Vargas Fernández para buscar la reelección por el distrito 12 con cabecera en Matamoros.
En la amplia lista de diputados que decidieron no pedir licencia para hacer campaña, también están; la legisladora sin partido Linda Mireya González Zúñiga, quien va por una posición como Regidora en la planilla de Morena en el municipio de Matamoros.
De Morena, los candidatos que se fueron para hacer campaña y dejaron su curul fue Beto Granados como candidato a Presidente Municipal de Matamoros; aparece Armando Zertuche Zuani, quien va por la vía plurinominal al Congreso del Estado pero decidió dejar esta experiencia a su suplente Juan Triana Márquez así como José Braña quien actualmente es candidato a diputado federal por el distrito 05.
Por muchos años, una de las reglas no escritas desde el Congreso del Estado, era permitir que cuando un titular iría a otro cargo de elección popular, dejar en funciones al suplente de diputado.
La pretensión con esa acción era construir nuevos cuadros políticos, al dejar que sus suplentes adquirieran experiencia, además de los beneficios salariales y pago de compensaciones que recibirían de forma oficial y extraoficial.
Claro que hubo casos de algunos legisladores que eran gandallas, y antes de pedir licencia, pedían un pago anticipado que dejaban al suplente sin lana.
Pero el que hoy se hayan quedado tantos legisladores en su curul, exhibe que son gandules. Solo que ahora, de forma directa, sin dejar espacio a los suplentes, a pesar que la mayoría de ellos legisladores, tiene asegurado su brinco o la continuidad en el Congreso del Estado.
Solo en tres casos, diputados con licencia permitieron a sus suplentes integrarse a la legislatura y absorber la experiencia y conocimientos que representa estar en una sesión en el pleno del Poder Legislativo.
Para muchos candidatos es difícil acceder al Congreso del Estado, por la competencia que se está desarrollando y quienes están en calidad de suplentes, al menos 15, perdieron la oportunidad de estar unos meses en esta legislatura, todo porque la plaga de “chapulines” hizo de la suya, sin dejar la ubre legislativa