Desde el Poder Judicial de Tamaulipas, el presidente de esta institución, David Cerda Zúñiga, ha tejido una estrategia para buscar la cercanía y el diálogo con el poder ejecutivo y en especial, con el gobernador del Estado, Américo Villarreal Anaya.
Contrario a lo que han hecho, en su momento, personajes como el fiscal Irving Barrios, el Ex Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, o el no bien recordado Fiscal Anticorrupción, Raúl Ramírez, que instigados por intereses inconfesables y como empleados del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, se prestaron a campañas de persecución, de acusaciones, de golpeteos contra el actual gobierno y contra alcaldes y dirigentes de Morena.
El presidente del Tribunal, en contraste a esta postura de confrontaciones y agravios, se ha mantenido al margen de esas conductas y ha encaminado sus esfuerzos para allanar una buena relación, con respeto a la autonomía de los poderes.
Prueba irrefutable de ello, es una fotografía, que es prueba tangible sobre el avance que existe en esta nueva relación. En ella aparece el gobernador Américo Villarreal al centro, flanqueado por el presidente del Tribunal David Cerda y al otro lado la presidenta del Poder Legislativo, Úrsula Salazar y hacia ambos lados, los magistrados que integran el actual Poder Judicial.
Esta gráfica, es un parteaguas, de un antes y un después. Porque en la anterior administración jamás se registró una imagen donde apareciera en el pleno el entonces gobernador, con el presidente del tribunal y del poder legislativo. Ahora existe la voluntad política por estrechar la relación institucional, porque finalmente bajo esas condiciones el beneficio es para todos.
Hoy, se respira un clima distinto de colaboración, donde el Poder judicial tiene del ejecutivo el respeto a su autonomía lo que a la postre, impide la influencia indebida en su accionar jurisdiccional; garantiza recursos para que la justicia se imparta, como es exigida por la misma ley.
Sin duda que en esta nueva relación, es importante la determinación del gobernador, por acceder a esa cercanía, sin haber de por medio intereses del pasado que tanto daño le han hecho a Tamaulipas.
El otro poder
A unos días de terminar el último período de sesiones del tercer año de la 65 legislatura, los reflectores están en Morena.
El grupo parlamentario que se encargó de enfrentar los litigios y derrumbar paso a paso los obstáculos legales que impuso el PAN, para mantener el poder y la protección a Cabeza de Vaca, hoy está en los ojos de muchos.
Particularmente porque, al interior, ya se habla sobre quién mantendrá el control del Congreso y no solo la coordinación del Grupo Parlamentario.
La Diputada Úrsula Salazar, fue quien enfrentó de todo en el Congreso e incluso un proceso de desafuero para que el actual Fiscal Anticorrupción, pudiera actuar en su contra y poder ser detenida.
Cuando en el 2022, Morena ganó la elección de Gobernador, se dió el primer paso para recuperar la gobernabilidad desde el Congreso y quien encabezó la lucha fue precisamente Úrsula Salazar.
La operación legal que se fue construyendo, le permitió a la Diputada de Morena, ganar tiempo, terreno en el Congreso, hasta pasar por aquella destitución polémica judicialmente del Fiscal Anticorrupción Raúl Ramírez, pasando por ese enfrentamiento de impugnaciones en el Tribunal Electoral que mostraban una simpatía con el PAN, y no se diga la intervención de algunos Magistrados del Poder Judicial en esa lucha por el poder del Congreso.
Dos años después de iniciada la 65 Legislatura, Morena finalmente se mantuvo con la Junta de Coordinación Política y la misma Junta de Gobierno que es la máxima dirección del Poder Legislativo.
Úrsula Salazar, se convirtió en el brazo fuerte del Poder Legislativo para bajar reformas y leyes del Poder Ejecutivo. De mantenerse en el Congreso del Estado, la diputada tiene las cartas necesarias continuar en la Junta de Gobierno.
Armando Zertuche, también diputado de Morena, no esconde sus aspiraciones, pero con él se perdió el contra del Congreso ante el PAN.
Hoy, existen dos líderes que son respetados por el Ejecutivo, el Presidente del Poder Judicial David Cerda y la Presidenta del Congreso Úrsula Salazar. Los dos le han regresado el oficio y las cortesías políticas para darle estabilidad a Tamaulipas en todos sus sectores.