Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El aumento de embarazos y abortos entre adolescentes en Tamaulipas es un problema persistente que requiere atención inmediata, revela el Consejo Directivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Según las Estadísticas de Nacimientos Registrados entre 2017 y 2023, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Tamaulipas se registraron dos mil 154 nacimientos de madres adolescentes, de los cuales, 130 corresponden a niñas menores de 15 años.
Aunque ha habido una disminución progresiva desde 2017, el embarazo adolescente sigue siendo un problema que no se resuelve en Tamaulipas.
El presidente del Consejo Directivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), Rafael Castelán, destacó que el debate sobre el embarazo adolescente no debe centrarse solo en la culpabilidad moral de los jóvenes, sino en la responsabilidad de las instituciones educativas y de salud pública.
La falta de educación sexual integral es un factor clave en este problema. Castelán advirtió que los niños deben aprender a reconocer su cuerpo, nombrar sus partes anatómicas correctamente y diferenciar comportamientos inapropiados. La educación sexual debe ser reforzada desde la primaria para prevenir el embarazo adolescente y promover la salud sexual y reproductiva.
Además del embarazo adolescente, el aborto en Tamaulipas ha mostrado una tendencia fluctuante, con un aumento en los últimos años. En 2024, se registraron 69 casos de aborto, lo que representa la cifra más alta en los últimos diez años.
Las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan que el aborto ha tenido variaciones en los últimos diez años, pues en el 2015 se registraron 25 casos, para el 2018 aumentó a 46; mientras que en 2020 descendió a 34 y en 2021 volvió a subir a 44.
Castelán insiste en que es importante abordar este problema de manera integral, involucrando a las instituciones educativas, de salud pública y a la sociedad en general.
La educación sexual integral y la promoción de la salud sexual y reproductiva son fundamentales para prevenir el embarazo adolescente y reducir el número de abortos.