Ciudad de México.- El experredista Fernando Belaunzarán Méndez sostuvo que conceder cinco minutos para hablar de lo que será la reforma electoral “es una burla” que se parece más a un ejercicio de “micromonólogo para desahogarse”.
Al acudir como expositor a las audiencias públicas organizadas por la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral en la Secretaría de Gobernación, el excompañero de partido de Pablo Gómez, presidente de la comisión honoraria, dejó clara su disposición para construir una reforma electoral de consenso que garantice gobernabilidad y confianza ciudadana.
Sin embargo, admitió que “no es ingenuo” y sabe de las verdaderas intenciones del partido en el poder con la pretendida reforma electoral: imponer su mayoría artificial y perpetuarse en el poder.
Si efectivamente fuera la intención del gobierno actual incluir todos los puntos de vista en la próxima reforma electoral habría una mesa plural de negociación, criticó.
No se necesita una bola de cristal para saber cuál será el sentido de la reforma que presentarán, nos lo adelantaron con los planes A, B y C; quieren garantizar su permanencia en el poder y su hegemonía artificial imponiendo un sistema electoral acorde la recién autocracia huachicolera. Estoy aquí donde Manuel Bartlett tiró el sistema, porque es importante dejar testimonio aún en medio de la farsa que lo va a reivindicar”, subrayó ante la consejera jurídica de la Presidencia de la República, Ernestina Godoy; de Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la oficina de la Presidencia, así como de Jesús Ramírez, coordinador de asesores de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Al explicar sus propuestas y críticas, indicó que es necesario combatir tres grandes perversiones para alcanzar una reforma alternativa y democratizadora en México.
Por ejemplo, impedir que las contiendas políticas inicien antes de tiempo y evitar lo que sucedió con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien tres años antes del 2018 decidió apoyar a “su favorita” y convertirse en el vocero de la campaña.