Ciudad de México.- La zona de conservación al sur de la Ciudad de México se pinta de hermosos tonos color naranja en vísperas de la celebración de Día de Muertos.
Se trata del naranja característico de la flor de cempasúchil que no puede faltar en los tradicionales altares que se colocan en los hogares para recibir el 1 y 2 de noviembre a los seres queridos que llegan del Mictlán a visitar
a sus familias.
Desde los primeros días de octubre la actividad comercial es intensa en las alcaldías Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac y Tlalpan.
Se estima que la venta de la flor de muerto al mayoreo y menudeo en la capital del país genera una derrama económica superior a los 27 millones de pesos.
“Nosotros empezamos a vender la cosecha el 10 de octubre y hasta que terminamos, antes del 2 de noviembre”, comentó José Alfonso Muñoz Enríquez, productor del Puente de Urrutia, en el pueblo de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco.
Este año ha sido uno de récord para los más de 700 productores de flor de cempasúchil en la Ciudad de México, luego de que el año pasado las intensas lluvias dejaron bajo el agua a los invernaderos, destacó
la diputada Judith Vanegas Tapia.
“Este año se rompieron todas las marcas, porque hay más de 6.3 millones de plantas que están sembradas en el suelo de conservación ecológica, lo que es una bendición para los productores”, celebró la también presidenta de la Comisión de Desarrollo Rural y Distribución de Alimentos del Congreso de la Ciudad de México.
Por generaciones
Productores como José Alfonso Muñoz Enríquez, heredaron de sus bisabuelos el amor por el cempasúchil, que simboliza la conexión entre los vivos
y los muertos.
Hace años, lo que más se vendía era la flor de corte, que era cultivada en la serranía y Las Chinampas para venderla en ramo.
“Luego nos dimos cuenta que era mejor sembrarla en maceta, porque tenía mejor aceptación y duraba más la flor de cempasúchil”, destacó.
En México, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), tiene registradas 35 variedades de cempasúchil, con distintas tonalidades y formas, por lo que se puede decir que hay para todos los gustos.
“Por ejemplo, tenemos la flor conocida como la china o Marigold, que es la que tiene mayor demanda o la cremolito, que mezcla dos tonos de color naranja en sus pétalos”, explicó don José Alfonso.
La diputada expuso que el gobierno rehabilitó 13 kilómetros de vías en la zona chinampera y caminos rurales para facilitar la venta directa de cempasúchil.
“Se hicieron arreglos por donde pasan los productores para que puedan transitar de manera más fácil, más rápida y sacar sus cosechas”, indicó.
La legisladora invitó a los habitantes de la CDMX y la zona conurbada a consumir lo local y acudir a suelo de conservación a adquirir la flor de cempasúchil, con lo que estarán apoyando a toda la cadena productiva, y promoviendo el cuidado del pulmón y el área de recarga de agua.
A nivel nacional
México es el principal productor de cempasúchil en el mundo. Datos de la Sader, establecen que al año se cultivan más de 3 mil hectáreas de flor de muerto, para un aproximado de 16 millones de macetas y alrededor de 1.8 millones de manojos.
Las principales entidades productoras son Michoacán, Estado de México, Veracruz, Puebla, Ciudad de México, Durango, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala.
Según el Consejo Mexicano de la Flor, la derrama del cempasúchil asciende a más de 350 millones de pesos.






