(Agencias)
“Gracias a Dios se me dieron las cosas, porque la verdad no es fácil estar sin jugar cuatro meses 90 minutos, y que se te den las cosas así (en selección), donde me sentí bastante bien y que lo que me falta es ritmo, que me den continuidad y ya el tiempo y Dios dirá en dónde me toca hacer eso”.
Los Ángeles.- Javier Hernández es distinto al de hace casi medio año. El delantero no sonrie tanto como lo hacía antes, y sobre todo, ya no es mesurado cuando se trata de hablar de su actualidad.
“Gracias a Dios se me dieron las cosas, porque la verdad no es fácil estar sin jugar cuatro meses 90 minutos, y que se te den las cosas así (en selección), donde me sentí bastante bien y que lo que me falta es ritmo y continuidad y ya el tiempo y Dios dirá en dónde me toca hacer eso”.
¿Crees que tu gol trascienda para la gente del Real Madrid?
“Lo metí en selección mexicana y el lo único que me importa”.
A Javier se le recordó que en este duelo amistoso contra Ecuador, se le notó con muchas ganas, y pese a su falta de actividad en el Real Madrid, con mucho ritmo. A esto, respondió con una sonrisa
“Ahora se nota, porque en estos cuatro meses la gente decía otra cosa, palabras negativas, pero yo sé que así es esto y que lo más fácil es hablar”.
De inmediato, explicó que “lamentablemente eso es lo que menos provecho trae. En toda profesión lo mejor es trabajar con tus manos, con tus pies para lograr cosas importantes para dejar algo y no solo hacerlo con la lengua”.
Al final, Javier insistió en que “me ayuda bastante en lo anímico, no es fácil estar cuatro meses sentado. Pero me da gusto hacer un buen partido, me deja tranquilo, y estarle sacando provecho a entrenar con los mejores del mundo”.