(Agencia)
Ciudad de México, DF.- Elementos de las fuerzas federales, lograron la aprehensión de José Sánchez García, líder de siete células de criminales en el estado de Tamaulipas.
La detención de éste líder regional, trajo consigo un enfrentamiento en la carretera que conduce de matamoros a Reynosa y donde aparecieron armas de alto poder y hasta granadas.
Este sábado y domingo, las calles de la ciudad de matamoros se llenaron de federales y de Victoria arribaron nuevas camionetas que servirían para los agentes que llegaron para realizar este operativo, de acuerdo a la información que se recabo.
Mientras tanto, en la ciudad de México, en conferencia de prensa el comisionado Nacional de Seguridad Monte Alejandro Rubido García, informó que ras efectuar diversos trabajos de investigación, se logró precisar que el objetivo se desplazaba en las inmediaciones de la colonia Bugambilias en el municipio de Matamoros.
Relató que durante el operativo, al aproximarse a la posición del objetivo, efectivos de las fuerzas federales fueron agredidos con armas de fuego y con granadas por un grupo de civiles que viajaban a bordo de diversos vehículos, quienes al ser repelidos por la autoridad, emprendieron la huida logrando evadirse.
“Es de destacar que solo se registraron daños materiales a las unidades oficiales y no hay lesionados por parte de las fuerzas del orden”.
La carretera que conduce a Reynosa y a ciudad Victoria, se convirtió en una de las vías de comunicación mas vigiladas éste domingo.
En conferencia de prensa y acompañado de Felipe Muñoz Vázquez, subprocurador Especializado en Investigaciones de Delincuencia Organizada de la PGR, Monte Alejandro Rubido García, explicó que a José Sánchez García se le vincula con delitos de narcotráfico, tráfico de influencias, amenazas, cobro de derecho de piso, entre otros ilícitos.
El comisionado mencionó que el delincuente cobraba cuotas a empresarios, a ganaderos y productores agrícolas. Los montos los establecía de acuerdo a la venta y oscilaban entre 50 y 600 mil pesos. Adicionalmente a estas extorsiones, se le señala por el secuestro de familiares y trabajadores de empresarios de la región, a quienes mantenía cautivos en ranchos de los que se había apoderado también de manera ilícita.
En caso de no recibir los pagos que demandaba, las personas secuestradas eran asesinadas. Otra de las actividades delictivas que realizaba era el cobro de lo que se conoce como “derecho de piso” a comerciantes que introducían mercancía desde los Estados Unidos, incluyendo aquella de contrabando. Las cuotas oscilaban entre 500 dólares o hasta el 15% del valor total de las mercancías.