(Agencia)
Ciudad de México.- Un grupo de investigadores del Laboratorio Shih, en la Universidad de Taiwán, desarrolló un músculo artificial a partir de células de cebolla, el cual es capaz de contraerse o de expandirse cuando se aplica una corriente eléctrica.
Los resultados del estudio se publican en la revista Applied Physics Letters, donde explica Wen-Pin Shih, el investigador principal, que “el objetivo inicial era desarrollar una microestructura en músculos artificiales que incrementara su capacidad de contraerse o estirarse, y en el proceso descubrimos que la estructura y el tamaño de las células de cebolla eran similares a lo que necesitábamos”.
Con este hallazgo, indica, se pudo crear el músculo artificial que puede contraerse o expandirse en diferentes direcciones, dependiendo del voltaje aplicado con una pequeña pila, a diferencia de los diseños anteriores, que sólo podían hacerlo en un sentido.
Para su desarrollo, precisa, se aprovecharon células de la epidermis de la cebolla, las cuales son transparentes y una sobre otra. El primer paso fue eliminar su parte más rígida y muchos de sus componentes biológicos. Tras esto, se recubrieron con una fina lámina de oro y, finalmente, al llevar corriente eléctrica por esas capas, se convirtieron en electrodos que permiten la contracción y expansión, como su fuera un músculo.
“Estos electrodos son de distinto grosor para que la rigidez de las células no fuera la misma en todas las direcciones”, dice Shih. Con esta asimetría se controla el músculo: con una corriente de bajo voltaje las células se expandían y doblaban hacia abajo, hacia la parte más gruesa de la capa de oro, pero con un voltaje más alto, las células se contraían y se doblaban hacia arriba.