(Agencia)
Ciudad de México.- La Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) construye un mini-satélite con el objetivo de observar la Tierra, sobre todo la región poblana, para monitorear los aerosoles naturales, como la ceniza del volcán Popocatépetl, y las provocadas por el hombre.
El académico de la Facultad de Electrónica de la UPAEP y encargado del proyecto, Héctor Simón Vargas Martínez, explicó que los aerosoles son aquellas partículas que se emiten en las exhalaciones del volcán, las cuales se podrán estudiar con este proyecto.
Una de las partículas interesantes es la ceniza volcánica, sobre la cual “ya tuvimos una sesión con Protección Civil, donde ellos nos sugerían tener una vista arriba del Popocatépetl, que no han podido conseguir”, mencionó.
Vargas Martínez destacó que en la plática con las autoridades de Protección Civil se mencionó la importancia de poder ver y analizar la dispersión de la ceniza en la región.
Con dicho proyecto se puede hacer una estadística sobre cómo se hace esta dispersión e incluso también monitorear las partículas y de ahí sacar conclusiones de qué tanto puede afectar la vida de las personas.
COMPONENTES. Vargas Martínez indicó que el mini-satélite, que tendrá una dimensión de 10 centímetros cúbicos, estaría en una órbita baja de 300 a 600 kilómetros, pero es posible que lleguen a crecer a dos unidades, debido a que requieren controlar el mismo, a fin de lograr que siempre apunte hacia la zona monitoreada.
“Es fundamental el control, poder regular el satélite y estabilizarlo, asimismo que el disparo de la cámara sea adecuado para ver lo que sucede en la región”, estableció.
El encargado del proyecto anotó que el satélite consta de varios módulos, uno es la computadora de a bordo, que es la que organiza toda la información para bajar a la estación terrena.
Señaló que también contiene la etapa de comunicaciones, que se encarga de emitir la información o recibir la información de la Tierra, sensores para estabilizar al satélite, conocer el ambiente en la parte externa y saber qué condiciones hay en el exterior en esa órbita en la que se pondrá.
El especialista precisó que por el movimiento de la Tierra y del satélite, no va a pasar por el mismo punto, aunque dé muchas veces la vuelta al planeta, no pasará por el mismo punto.
Vargas Martínez resaltó que contempla sistemas de potencia, de cómo captarán la energía y cómo la almacenarán para utilizarla.
También tendrán un aliado para probar celdas solares, esto debido a que hay compañías mexicanas que hacen celdas solares y quieren probar la eficiencia de estas.
“El proyecto está en la etapa de requerimientos para completar el satélite y resolver la misión; la siguiente etapa es el diseño de los componentes de cómo se va juntar e integrar y resolver esto para pasar a la fase de pruebas”, puntualizó.
“José Hernández nos propone esta estrategia de construir el mini satélite para ser lanzado en un par de años en 2016 o 2017, de ahí que en este primer periodo estuvimos en la tarea de organizar la misión del satélite”, mencionó.
Señaló que para todo esto, también se requieren alianzas como es el caso del astronauta, José Hernández, quien es el enlace con la Universidad del Pacífico en Estados Unidos, los cuales están encargados de una parte de la misión del satélite.
El experto Vargas Martínez destacó que otros de los objetivos principales del proyecto es permear todo el conocimiento en los jóvenes y que tengan la oportunidad de vivir la tecnología de frontera, como son los satélites pequeños.
La tendencia es hacer o lanzar varios y que estén colaborando en una misión específica, para de esa forma hacer como un enjambre de satélites y entre todos sacar la información, puntualizó.