(Agencia)
Ciudad de México.- A B. B. King no le gustaba tocar acordes, sino puntear cada cuerda para sacar ese sonido sensual, nostálgico, de tristeza, rebelión y placer que es el blues. Y esas notas ahora sólo quedan en grabaciones, porque el jueves a las 9:40 pm moría el “rey del blues”, uno de los últimos sobrevivientes de esa camada que a partir de los años cincuentas del siglo pasado irrumpieron en la música de Estados Unidos para romper la segregación racial y llegar a la radio, los salones de baile y a la juventud blanca.
Con él caminaban Muddy Waters, Little Walter, Sony Boy Williamson, Willy Dixon, Chuck Berry, Howlin’ Wolf, John Lee Hooker, T. Bone Walker, Jimmy Rogers… El shuffle está triste o como dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien lamentó la muerte de King, fallecido en Las Vegas a los 89 años a causa de complicaciones de la diabetes que padecía: “El país ha perdido a una leyenda y esta noche habrá una sesión genial de blues en el cielo”.
Y en ese concierto, con su Lucille, como nombró a su inseparable guitarra Gibson, interpretará algunas de sus míticas canciones como Please Love Me, Three O’Clock Blues, Sugar Mama, Gotta Find My Baby o I’ve Got a Right To Love My Baby, que son parte de su corpus musical con más de 50 discos grabados, ganó 15 Grammy y es uno de los grandes en el Salón de la Fama del Rock and Roll, al cual ingresó en 1987, además de recibir reconocimientos nacionales e internacionales. En sus más de siete décadas como músico en activo, tuvo más de 15 mil actuaciones. Fue padre de 15 hijos y abuelo de medio centenar de nietos.
En octubre del año pasado, King cayó enfermo durante uno de sus conciertos en Chicago debido también a una deshidratación y síntomas de agotamiento, por lo que se vio obligado a cancelar el resto de la gira.
UNA VIDA, UN BLUES. Riley B. King, nacido en 1925 en una plantación de algodón cercana a Itta Benna (Misisipi), trabajó en su infancia en una granja. Era hijo de Albert y Nora Ella King, pero cuando tenía cuatro años, su madre abandonó la familia y B. B. King fue trasladado a Kilmichael para crecer al cuidado de la abuela Elnora. Allí comenzó a frecuentar la iglesia baptista, donde participó en el coro religioso. Y cuenta la leyenda que su primera guitarra la compró ahí por 15 dólares, otra relata que le fue regalada por el bluesman Booker Bukka White, mientras que una más señala que fue el predicador de la iglesia, quien le enseñó los primeros acordes.
Lo cierto es que desde esa edad comenzó a atacar la guitarra para sacarle el shuffle y volverse uno de los más importantes bluseros de la historia. Con un viaje que lo llevaría por todos Estados Unidos, Gran Bretaña y el resto del mundo.
Su primera grabación fue una versión, en 1952, de 3 o’clock blues, pieza realizada en los míticos estudios Sun Records, de Sam Phillips, quien después lanzaría al rey del rock: Elvis Presley. Y de ahí es el largo periplo de este bluesman que tocó con su generación y las siguientes como The Rolling Stones, Eric Clapton, Blues Brothers, entre otros.
PESAR. Barack Obama, en un comunicado, señaló que “el blues perdió a su rey y Estados Unidos a una leyenda”. Recordó que nadie trabajó más duro que King, hijo de un aparcero de Misisipi que emigró a Memphis (Tennessee) para labrarse una carrera musical, y “nadie hizo más para difundir la verdad del blues”.
Obama recordó el concierto de blues en la Casa Blanca en 2012 en el que participó B.B. King, en el marco de las veladas musicales que el presidente y su esposa, Michelle, organizan en los últimos años para homenajear al jazz y blues.
“Era un brillante guitarrista y un buen hombre”, destacó el expresidente Bil Clinton en un comunicado conjunto con su esposa, Hillary. En la nota, los Clinton lamentaron que la emoción se haya ido, como dice la canción “The Thrill Is Gone”, un éxito de B.B. King.
El guitarrista Eric Clapton lamentó el fallecimiento de King y, en un video en su cuenta personal de Facebook, expresó su pésame por la partida de uno de los músicos más representativos del blues. “Hola aquí Eric Clapton. Sólo quería expresar mi tristeza y decirle gracias a mi amigo B.B. King. Quiero agradecerle toda la inspiración y el aliento que me dio a lo largo de los años como guitarrista, por la amistad que disfrutamos. No queda mucho más que decir, porque esta música es casi algo del pasado y no quedan muchos que puedan tocarla como él la tocaba”.
Considerado como el maestro del blues de Chicago, el guitarrista Buddy Guy colgó en Instagram una foto con King, al que elogió por la forma “suave” en que agitaba su muñeca izquierda y apretaba las cuerdas de su inseparable Gibson, creando un sonido que era “nuevo para el mundo de la guitarra”.
“La forma en que B.B. lo hacía es como todos lo hacemos. Era mi mejor amigo y un padre para todos nosotros. Te echaré de menos, B.B. Te quiero y te prometo que mantendré vivo a este maldito blues”, se despedía Buddy Guy. Y el ex Beatle Ringo Starr mostró sus condolencias y destacó que “Dios bendiga a BB King” y expresó deseos de “paz y amor” para la familia.