Por Eduardo Piali
Representar la memez político-electoral del Distrito 01, únicamente se necesitan las premisas correctas:
A poco más de 15 días de que se realicen las votaciones, Yahleel Abala Carmona se convirtió en la pera de boxeo en esta contienda. Ella insiste en negar que no cobró poco más de 36 mil pesos en los primeros tres meses de 2015; y luego dijo que siempre sí, pero que solicitó licencia 15 días antes de registrarse como precandidata por el mismo partido en el que militó su padre, Tomas Yárrington y Gustavo Díaz Ordaz. Fue así como pasó, una vez más, de protagonizar Barney y sus amigos a Jurassic Park.
Pero la realidad es que aún y con lo anterior, la historia sugiere que el PRI volverá a representar a este Primer Distrito en San Lázaro, si el abstencionismo persiste.
Si… El PRI me causa problemas
Y… El PRI me pide votar/que siga votando
Entonces… Me causa problemas votar/seguir votando
Por ende: No voto
Difícilmente el voto duro del Revolucionario Institucional esté ahora con el PAN. No es imposible, pues según el presidente del Comité Directivo Municipal, Rafael Pedraza, encuestas realizadas hace menos de un mes por Consulta Mitofsky (las cuales nunca mostró pero que aseguró tener), la abanderada blanquiazul, Laura Zárate Quezada, va al frente de las preferencias electorales.
Claro que si la prensa comparsa insiste en que el PRI es el diablo y todo en Nuevo Laredo está bien gracias a la alternancia personificada en Carlos Canturosas, entonces haber faltado al debate político organizado por la Asociación de Mujeres Periodistas y al foro de candidatos realizado por la COPARMEX no afectará en nada la intención de voto en favor al PAN.
Sin embargo, numerosos comerciantes informales externan su descontento hacia el Ayuntamiento neolaredense -y razón-de-ser de la campaña de esta diputada local con licencia-, pues el costo del “piso” en pulgas, banquetas y calles pasó de ser de 180 pesos, que es lo que pagaban con las anteriores administraciones priistas, a casi 400 mensuales. Hacer pagar más a la gente pobre y menos educada, y además acostumbrados a votar por el PRI o quien sea que le dé una despensa a escondidas, termina siendo un riesgo latente.
Si…
Y… Canturosas es del PAN y me subió el cobro de piso
Entonces… Laura Zárate me va a subir el cobro de piso
Por ende… No voto
Hay un común denominador en las anteriores candidatas: a ninguna de las dos le fue bien en los debates: a Yahleel porque la acusaban constantemente de “aviadora” y a Laura porque nunca “aterrizó” en los eventos.
Y las excusas panistas: venganza contra el PRI por no haber querido debatir en pasadas ocasiones, como por ejemplo en 2007 cuando Fernando Castillo Villarreal, entonces dirigente local del tricolor, contra su homólogo del PAN, Jorge Ramírez Rubio; y la segunda razón, por “estrategia política”.
“Más que estrategia política, la candidata (Laura Zárate) no vino por estrategia del Municipio”, dijo la candidata independiente, Diana Chavira Martínez, durante su presentación durante el foro COPARMEX.
Esta históricamente primera aspirante sin partido a la diputación federal, al igual que Natalia García del Partido Encuentro Social, y Damián Soto Cortés perteneciente a Morena, insisten en que su candidatura es ciudadana; que son jóvenes emanados del pueblo y que serán ellos quienes gestionarán, fiscalizarán, propondrá, y demás verbos en futuro a favor de una sociedad cansada
de los misma demagogia y Sha la la.
Al final, el rostro de los electores pasa de reflejar una efímera credibilidad a un “ahorita no, gracias” cuando escuchan este tipo de premisas. Esto confirma la tendencia no sólo distrital, sino nacional: gran mayoría siguen con duda respecto a quién será su elección el 7 de junio, o incluso aún no saben si acudirán a las urnas. Pero los candidatos ciudadanos, con o sin partido, insisten en intentar convencer con un discurso igual a los aspirantes que afirman ser diferentes.
Si…
Y… Los ciudadanos no saben ni pueden gobernar
Entonces… Los candidatos no saben ni pueden gobernar
Por ende… No voto
Mientras tanto, el candidato perredista, Carlos Cabeza Resendez, se pasea en bicicleta por las calles de Nuevo Laredo con una bandera del partido que lo acogió y que creyó buena idea darle una oportunidad; el abdicado Sergio Bocardo declinó de su candidatura (sin permiso del PANAL) para unirse a las huestes panistas; y el resto de los aspirantes sólo están ahí para contribuir al tres por ciento del registro nacional.
A menos poco más de 15 días de las votaciones, los ciudadanos sólo esperan una cosa: que estas campañas terminen.