Por: Eduardo Piali
Tamaulipas es una entidad bizarra donde los ciudadanos tienen hambre pero no salen a votar para exigir una mejor vida; donde los políticos hablan de mejorar la educación pero permiten un sistema faraónico manejado por caciques y compadres; donde la mortandad infantil se incrementa, la porción de la superficie cubierta de bosque y selva disminuye constantemente.
Para la Organización de las Naciones Unidas, Tamaulipas es una de las peores entidades en materia educativa de toda la República, pues está debajo de las estadísticas de los Objetivos del Milenio (ODM).
Un informe presentado a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), esta entidad norestense se mantuvo en los lugares 29 y 31 respecto a la “Tasa neta de matriculación en la enseñanza primaria”, y en “Proporción de alumnos que comienzan el primer grado y llegan al último grado de enseñanza primaria”, siendo en este último superado únicamente por Oaxaca.
En la primera opción, se contabilizó el porcentaje de acuerdo a la cantidad de niños entre seis y 11 años de edad que iniciaron su educación primaria entre 2013 y 2014, resultando en 93.2 por ciento del total.
De acuerdo a la Dirección General de Planeación y Estadística Educativa, Tamaulipas superó la meta nacional en este rubro en 2004 y 2005, donde se superó el 100 por ciento del total.
Sin embargo, esta cifra se desplomó en el periodo 2010/2011, cuando la estadística estaba por encima del 99 por ciento.
Por su parte, respecto a la “Proporción de alumnos que comienzan el primer grado y llegan al último grado de enseñanza primaria”, Tamaulipas obtuvo 86.3 por ciento del porcentaje total, quedando en penúltimo lugar de las 31 entidades y el Distrito Federal.
Según la proporción, las mujeres fueron las que menos completaron este nivel educativo con 85.7 por ciento; mientras que los hombres tienen 87 por ciento.
Esta medición también refleja una tendencia a la baja a partir del 2011/2012, donde estaba en 94 por ciento.
Los diputados que sean electos en estas votaciones serán hombres y mujeres que deberán hacerle frente a los ODM; serán ellos quienes en unos meses deberán leer una carta donde se refieran a México como un “país en desarrollo” que no puede solucionar sus problemas educativos, económicos o sociales a través de su representante popular ante la Cámara de diputados.
Es en 2011 cuando Tamaulipas perdió valor académico. Casualmente es cuando Egidio Torre Cantú inicia su administración al frente del Estado, y bajo su sombra personajes educados que hacen política para políticos que no son educados.
Está bien. De acuerdo. Tamaulipas es también uno de los estados con menor cantidad de pobladores con ingresos per cápita menores a 1.25 dólares diarios; y sí, aunque aumentó en los últimos años, la entidad no encabeza la lista de la razón de mortalidad materna. Pero eso ya sería el colmo.