(Agencia)
Ciudad de México.- La policía de Estados Unidos ha matado ya en lo que va de año a 385 civiles, una media de 2.6 muertos por día, según datos del FBI recogidos por el diario The Washington Post.
El Post halló que muchas de las muertes surgen de incidentes menores entre la policía y miembros de la comunidad, que se tornaron violentos de forma imprevista.
Por una escopa. En un caso en el que queda patente el “gatillo fácil” de las fuerzas de seguridad estadunidenses, la policía de la ciudad de Miami Gardens, en Florida, atacó a un esquizofrénico que sacudía una escoba. Su madre había llamado a la policía porque no podía persuadirlo para que ingresara a la casa debido al frío.
El informe denuncia que el 16 por ciento de los fallecidos a manos de la policía estaban desarmados o portaban un arma de juguete, como el caso del niño que fue abatido en un parque de Cleveland por un agente que creyó que iba a disparar con una pistola de verdad.
En los últimos tiempos se hicieron conocidos en el mundo varios casos de violencia en los que ciudadanos negros estadounidenses acabaron muertos tras haber tenido algún conflicto con la policía. Las muertes desataron grandes manifestaciones en distintas ciudades como Baltimore, a principios de mayo, el año pasado en Ferguson y Nueva York.
Saña con los negros. Según el diario, este año el número de afroamericanos muertos a manos de la policía tiene una tasa tres veces mayor que la mayoría blanca o la minoría hispana o asiática. De los 385 muertos en lo que va de año, 180 eran de raza blanca, mientras que 105 eran negros y 57 de origen hispano.
Además, el diario resalta que esta cifra supone el doble de muertes por disparos que las recogidas en las estadísticas oficiales del Gobierno durante la última década.
Clase baja. Otra de las cuestiones analizadas ha sido la causa del tiroteo que ha llevado a la muerte a alguno de los implicados. En la mayoría de ocasiones, la Policía estaba respondiendo a una petición de ayuda por problemas domésticos u otros problemas sociales.
La mayoría de los muertos eran de clase baja y tenían antecedentes policiales, principalmente por delitos menores.
Además, 92 de los fallecidos, que suponen casi un cuarto del total registrado, han sido declarados por las autoridades o por sus familiares como trastornados mentales.
Licencia para matar. Según la ley estadunidense, la Policía tiene autorización para matar a un sospechoso cuando está en riesgo su vida o la de otras personas. Según los datos de este informe, en sólo tres de los casos analizados un policía ha sido acusado de cometer un delito.
Varios policías, retirados y en activo, han afirmado al diario que las fuerzas de seguridad deberían rendir cuentas ante este tipo de muertes y han asegurado que muchas se podrían evitar con una mejor actuación policial. “Tenemos que entender los fenómenos que hay detrás de estos sucesos fatales”, ha afirmado Bueerman. “Hay una necesidad social imperiosa para ello pero existe una falta de voluntad política para hacer que suceda”, ha lamentado.