Por Julio Manuel L. Guzmán
Reynosa, Tamaulipas.- Actuar con rigor contra el comercio organizado abusivo, demandaron profesionistas, pues aseguran que esta sin control la invasión de calles y banquetas del primer cuadro de la ciudad, generando con ello excesiva contaminación visual, y obstrucción al peatón.
Un claro ejemplo de esta irregularidad se ve en calles como la Zaragoza de la zona Centro, donde principalmente, dentistas son quienes obstruyen las banquetas con los anuncios sobre promociones de sus consultorios, mientras que ambulantes están apoderados de las calles que cruzan sobre la Peatonal Hidalgo.
Y lo mismo ocurre en la calle Colon donde mueblerías sacan sus artículos a exhibirlos obstruyendo por completo el paso de peatones en la banqueta e inclusive los colocan sobre la calle, que también esta invadida por taqueros.
Pero esto ocurre en la mayoría de vialidades, y el tema no es ajeno para la administración municipal, pues asegura el alcalde José Elías Leal, que ya están tomando cartas en el asunto. “Los comerciantes y dentistas tendrán que dejar de obstruir las vialidades, o serán sancionados, aseguró.
El mandatario municipal, indicó que este problema ya lo habían detectado, principalmente en la calle Peatonal Hidalgo, que esta invadida por los comercios establecidos y por el ambulantaje.
“Pero ahora con el proyecto de la nueva Calle Principal de Reynosa, tendrán todos los comerciantes y profesionistas, que tener orden y respetar las calles y banquetas, no solo en la Peatonal Hidalgo, sino en toda la ciudad”, apuntó el mandatario municipal.
Remarcó que todos tendrán que acatar la ley, y todos tendrán que ponerse en orden, para cuidar las calles y las banquetas, “sino de que sirve invertir en la modernización del centro de Reynosa”.
A los que violan los espacios públicos se les enviará un exhorto y en caso de reincidir se les impondrá una multa económica, mientras que el resto de los comerciantes ambulantes serán reubicados a otros sector.
En lo que se refiere a la invasión de las calles, utilizan para apartar lugares de estacionamiento, los llamados burros de madera, sillas y hasta cubetas rellenas de tierra o cemento, para que no les ganen “su espacio”.
Y esta ya es una práctica común en esta ciudad fronteriza, pues tanto “guachacarros” como comercios, y viviendas hacen caso omiso de las disposiciones viales y utilizan las banquetas y calles como estacionamientos propios.
Es así como las personas violan el Bando de Policía y Buen Gobierno, así como la ley ambiental, por lo que el departamento de Inspección y Vigilancia, y las fuerzas encargadas de Seguridad Pública, y de Vialidad tendrán que intervenir de inmediato para evitar que la problemática los rebase