Ciudad de México.- Ante su Consejo nacional, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero reconoció que el blanquiazul “tenía elevadas expectativas” en las pasadas elecciones del pasado 7 de junio motivadas por la antipatía ciudadana al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la crisis económica y de inseguridad en el país, pero las encuestas engañaron otra vez al blanquiazul, pues los resultados no fueron los que se esperaban, sobre todo a nivel federal, donde perdieron más de un millón de votos y 9 diputados.
“Otra vez las encuestas nos engañaron. Los resultados, lo reconocemos, fueron menores a nuestras expectativas, sobre todo en lo concerniente a las elecciones federales”, admitió.
Madero asumió la responsabilidad de los resultados electorales del 7 de junio y reconoció que el PAN falló en su intención de convertir esta elección en un referéndum contra el gobierno de Peña Nieto y se convirtió en una lucha de los ciudadanos contra los partidos tradicionales, que sufrieron un voto de castigo.
Al presentar un primer balance de los resultados que obtuvo el PAN en los pasados comicios, Madero consideró que la pasada elección fue de “claroscuros” donde no pretende sobredimensionar los triunfos alcanzados pero tampoco que se caiga en “juicios sumarios” que buscan generalizar al interior del PAN un ánimo ni de retroceso y debilidad.
Acompañado por los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle; y de Baja California Sur, Marcos Covarrubias, el dirigente panista defendió los resultados que registró su partido el 7 de junio, y reconoció que el escenario que se pinta para los próximos años con una mayoría del PRI en la Cámara de Diputados, es una pésima noticia no solo para el blanquiazul sino para todo el país.
“El PAN lidiará con una bancada del PRI-Gobierno mayoritaria y con una oposición difuminada en seis partidos políticos que tendrán entre el 3 y el 11 por ciento del Congreso. Ésta es una pésima noticia, no sólo para el PAN, sino para el país”, advirtió.
OPOSITOR. Madero planteó que la nueva correlación de fuerzas políticas luego de los comicios del 7 de junio arroja una oposición pulverizada en seis partidos que representarán entre el 3 por ciento y el 11 por ciento del PRD, mientras que el PAN con 21% y el PRI con 29 por ciento.
Esa oposición pulverizada –agregó— significa un triunfo del sistema del PRI gobierno, por lo cual “el PAN es el único que queda firme y de pie y con estatura para lograr construir una mayoría” frente al tricolor y sus partidos satélites en la Cámara de Diputados.
En ese sentido, consideró que, por su tamaño y por su despliegue nacional, el PAN deberá ser quien encabece la construcción de un frente amplio opositor para enfrentar al PRI gobierno junto con sus partidos satélites y ganar la presidencia de la República en el 2018 con un gobierno de coalición que atienda el reclamo de los ciudadanos que no están satisfechos con la situación actual, la falta de oportunidades, de inclusión social y la falta de un futuro.