Ciudad de México.- Gonzalo Higuaín, así como Ever Banega se convirtieron en los “chivos expiatorios” del cuadro “albiceleste”, al fallar sus respectivos disparos. Mientras Matías Fernández, Arturo Vidal, Charlez Aránguiz y Alexis Sánchez, este último a la “Panenka”, le dieron el título a su equipo.
Argentina se quedó nuevamente con las ganas, luego que el año anterior perdió en tiempo extra la final de la Copa del Mundo Brasil 2014, casi 365 días después tuvo la revancha a nivel continental, sin embargo, fallaron desde el manchón penal, en duelo disputado en el Estadio Nacional.
El cuadro “andino”, por su parte, lo hizo a la perfección para convertirse en el mejor equipo del certamen y ganarse su boleto a la Copa Confederaciones Rusia 2017.
El trámite, sin embargo, no fue sencillo, fue duro, cerrado, por momentos con talento, sobre todo en el primer tiempo, en otros sin idea y poca propuesta, principal característica del segundo lapso, al igual que los tiempos extra, en los que el marcador no se movió.
Esa ansiedad por no equivocarse de ninguno de los dos lados provocó que ambas escuadras arriesgaran poco, es cierto que tuvieron la iniciativa de ir al frente, pero sin la claridad suficiente para aspirar a terminar con el cero.
El primer esbozo de peligro se dio del lado local, en un rebote en el área que le quedó a Arturo Vidal, quien de botepronto sacó un disparo cruzado que Sergio Romero muy bien recostó para controlar.
Los “albicelestes” respondieron pasado el minuto 20 en un centro por derecha a primer poste, donde Sergio Agüero conectó con potencia, pero a la ubicación de Claudio Bravo que rechazó para salvar su meta.
La lesión de Ángel di María antes de la media hora de juego afectó a Argentina, que perdió ese ir y venir del “Fideo”, pero sin resentir en el resto de su funcionamiento, al grado que tuvieron una ocasión antes de irse al descanso.
Javier Pastore por izquierda llegó casi hasta línea de fondo para mandar una diagonal retrasada a Ezequiel Lavezzi, quien de primera intención prendió un disparo muy potente, pero a los puños de Bravo, que “escupió” el esférico.
En el complemento, las virtudes de ambos equipos se quedaron en el vestidor, el juego cayó en una lucha sin cuartel, en el que la fuerza prevaleció sobre el talento, el cual se entregó a cuentagotas en dos jugadas en los últimos diez minutos.
Primero una media vuelta de volea extraordinaria de Alexis Sánchez, que se fue a un costado del poste derecho, y ya sobre el tiempo un contragolpe vertiginoso que Ezequiel Lavezzi por izquierda mandó un balón a poste contrario donde Gonzalo Higuaín cerró, pero tarde, y su remate se escapó a un lado, para irse al alargue.
En los tiempos extra tampoco hubo mucho, un error de Javier Mascherano que Sánchez no aprovechó, abrió las puertas a los penales, en los que Chile fue el verdugo de Argentina, para proclamarse como el mejor de América, en espera de crear una dinastía con esta generación de futbolistas, quizá, la mejor de su historia.
El arbitraje estuvo a cargo del colombiano Wilmer Roldán, quien tuvo una mala labor, le perdonó la expulsión a Marco Rojo (55), al que solo amonestó, así como a Javier Mascherano (55), Éver Banega (91) por Argentina. Francisco Silva (23), Gary Medel (33) y Charles Aránguiz (86) vieron cartón preventivo por los de casa.