Ciudad de México.- Está documentado que en marzo de 2014, agentes en Los Ángeles, California, habían reportado una operación de escape financiada por una organización del narcotráfico que opera gracias al Cártel de Sinaloa, encabezado por El Chapo. Dicha operación implicaba sobornar a diversos funcionarios de las cárceles.
La misma investigación revela que en julio de ese mismo año, el hijo de Joaquín Guzmán envío al penal a un equipo de abogados y personal de contrainteligencia militar para planear la fuga.
En el informe se reveló que capo seguía dirigiendo al Cártel de Sinaloa desde el penal de alta seguridad del Altiplano.
“Pese a estar encerrado en una facilidad de ‘alta seguridad’, reportes de la DEA indican que Guzmán Loera dirigía a su hijo y otros miembros del Cártel por medio de los abogados que lo visitaban en prisión y posiblemente con un celular que le fue provisto por guardias corruptos”, relata el documento.
Según los datos proporcionados por la DEA, en diciembre del año pasado, la oficina en Houston de esta corporación reportó que un general del ejército mexicano reveló que existía la posibilidad de que hubiera un plan para liberar al Chapo y a Miguel Ángel Treviño, alias el Z-40.