Ciudad de México.- La diabetes, al tratarse de una afección crónica multiorgánica, afecta el funcionamiento del sistema inmune por lo que favorece el desarrollo de enfermedades infecciosas como la tuberculosis pulmonar, explicó Lucia Monserrat Pérez Navarro, investigadora del Departamento de Nefrología del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga.
Esto se debe —dijo la especialista en salud pública con énfasis en epidemiología— a que quienes padecen diabetes presentan una alteración elevada en los niveles de glucosa sérica, lo que ocasiona el desarrollo de farmacorresistencia, situación en la cual un agente infeccioso sufre una mutación y adquiere resistencia a un medicamento antes eficaz.
En 2007, un grupo de especialistas del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV) inició un estudio con el fin de evaluar los factores de riesgo que pudieran causar el desarrollo de farmacorresistencia y fracaso al tratamiento de tuberculosis en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
Pérez Navarro, quien participó en el proyecto, explicó que el tratamiento para personas con tuberculosis se divide en dos fases: intensiva y de sostén. En la primera el paciente ingiere fármacos todos los días; y en la segunda, tres veces por semana. Esta última favorece la tolerancia de Mycobacterium tuberculosis, la bacteria responsable de la enfermedad.
“De acuerdo con lo reportado por estudios internacionales, los pacientes que dejan de tomar los fármacos antifímicos diariamente disminuyen las concentraciones de éstos en sangre hasta en un 50 por ciento, lo que da pie al desarrollo de farmacorresistencia en los que tienen diabetes mellitus y tuberculosis”, explicó.
Durante ocho años, los especialistas dieron seguimiento a los participantes del proyecto con el fin de determinar si existe asociación entre el linaje de Mycobacteruim tuberculosis y los síntomas clínicos que tiene el paciente con diabetes en el desarrollo de farmacorresistencia, así como recaída, muerte y fracaso al tratamiento para la tuberculosis.
Entre los primeros resultados se observó que los individuos con diabetes mellitus tipos 2 tienen tres veces más riesgo de desarrollar resistencia a los fármacos.
Además, dijo la especialista, debido a que la diabetes es una enfermedad hereditaria, si un paciente presenta comorbilidad, al estar en contacto con miembros de la familia el riesgo de que sus parientes desarrollen tuberculosis incrementa hasta cinco veces.
Los resultados del proyecto, que formó parte de la titulación de maestría y doctorado de Pérez Navarro, pretenden incidir en un futuro en la modificación del tratamiento de los pacientes que presentan la comorbilidad, así como en la búsqueda de nuevos casos de tuberculosis en personas con diabetes.
“El tratamiento y la búsqueda intensiva de tuberculosis en estos pacientes se debe modificar. El esquema de tratamiento actual es igual tanto para las personas con diabetes y aquellas que no la tienen, pero no debe ser así. Los pacientes con diabetes pueden tener hasta un año con tuberculosis, pero los síntomas los pueden asociar con problemas de la diabetes”, comentó.
“Si nosotros podemos detectar antes de que el paciente presente signos y síntomas, lograremos disminuir la incidencia de tuberculosis en los pacientes diabéticos. Si consideramos que la enfermedad de diabetes mellitus crece cada vez más y se está convirtiendo en un problema de salud grave, a futuro el control de la tuberculosis será muy complicado”, agregó.
Como recomendación de la especialista, si una persona es diagnosticada con diabetes mellitus tipo 2 debe realizarse un estudio de baciloscopia, una prueba de diagnóstico bacteriológico de la tuberculosis, para modificar su tratamiento.