Ciudad de México.- Ante los difíciles momentos que enfrenta el país por la crisis económica internacional, así como por los escollos y desafíos que se viven, no es momento de arrear banderas o de soslayar problemas, sino de la unidad, de consolidar las reformas estructurales y de fortalecer el tejido social.
Así lo estableció César Camacho Quiroz, dirigente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, quien afirmó que si se realiza un balance objetivo y claro de los 31 meses de la administración del presidente Enrique Peña Nieto el resultado es favorable a México.
Mencionó que las reformas estructurales aprobadas en el Congreso de la Unión definen la estrategia para los próximas décadas y abren oportunidades para más crecimiento y bienestar para los mexicanos.
En la explanada de la sede nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Insurgentes Norte, se llevó a cabo el acto “Unidad para Continuar la Transformación de México”, al que asistió el presidente de la República y parte de su gabinete, gobernadores, senadores, diputados y militancia partidista.
Camacho Quiroz externó que en la próxima legislatura esa fuerza política tendrá amplia mayoría no sólo para aprobar leyes sino también para convencer en los debates a las demás fuerzas partidistas.
“Hacer política es escuchar y acordar, discutir y votar”, dijo, y enfatizó que “producto de ello es la más de trascendente serie de reformas desde 1917: 90 cambios a 51 artículos constitucionales”.
Señaló que las reformas definieron la estrategia gubernamental para las siguientes décadas y representan un cambio cualitativo que abre enormes oportunidades para el país.
“Prácticamente a la mitad del camino, en un análisis ponderado, podemos afirmar que el balance general favorece al país”, remarcó.
Ahora la tarea es perseverar y avanzar lo más rápido posible y es justamente ahí donde cobra sentido el triunfo electoral: “construiremos una mayoría plural, preparada no sólo para vencer en las votaciones, sino para convencer en los debates”.
El líder priista externó que éste es un tiempo especialmente retador. “Nadie desconoce los escollos ni se desentiende de las dificultades, ninguno de nosotros rehúye los desafíos ni ignora las críticas”.
Más bien, prosiguió, asumimos plenamente nuestra responsabilidad de responder e incluso de reparar. “Aceptamos nuestra obligación ética, jurídica y política pero no permitamos que anide la desconfianza de los mandantes en sus mandatarios”.
Reconoció que los esquemas de seguridad han sido vulnerados, que el entorno económico dificulta el crecimiento y complica las condiciones de vida de muchos de los nuestros y que no falta quien medre ideológica, económica y políticamente con tal estado de cosas.
Nadie, dijo, supuso que sería sencillo. “El gobierno ha afectado enormes intereses; la rectoría del Estado en la educación, otrora cedida a personas y grupos, se está recuperando”.
En tanto la reforma en telecomunicaciones trasladó beneficios de unas cuantas familias a todos los millones de usuarios.
Planteó que si bien los efectos de la crisis económica global han hecho daño a ciertos segmentos desfavorecidos se han atenuado, focalizando exitosamente la tarea del gobierno, que ha reducido la pobreza más extrema.
Es evidente que se está haciendo lo correcto, aunque todavía parezca insuficiente. “Está claro -añadió- que es indispensable solidificar el estado de Derecho, estabilizar la seguridad que da confianza, porque es urgente perseverar en el crecimiento económico del país para el bienestar de las familias mexicanas”.
Manifestó que el partido sabe que no es momento para arriar banderas ni para soslayar problemas. “Con inteligencia y buen tino, con la solidaridad proveniente de la convicción, es tiempo de unidad para continuar la transformación de México”.
César Camacho enfatizó que es la etapa de la consolidación y para ello se debe restaurar el tejido social y ser más eficaces en el combate a la impunidad y en el abatimiento de la corrupción para que el país alcance la prosperidad con igualdad, la seguridad con libertad y la justicia con paz.
“Es la hora del patriotismo, porque sé es patriota, como escribió Enrique Peña, cuando se imprime el mayor esfuerzo a cada labor, porque se trata de nuestros hijos”.
Recordó que hace más de dos años y medio “recibimos el mandato de repensar y poner al día al PRI y asumimos que ser el partido en el gobierno no era una posición de privilegio, sino una responsabilidad de mayúsculas dimensiones”.
También rememoró que en la XXI Asamblea, la de la Transformación, más de 130 mil priistas decidieron hacer más sencilla, ágil y abierta la vida del partido “superamos mitos, soltamos lastres y actualizamos nuestra posición respecto a los grandes retos del país”.