Dos de las últimas películas comerciales que requieren un buen grado de cultura pop, es decir, esa que se aprendió en la primera infancia vinedo televisión.
Desde mi óptica son Ted y la reciente cinta Pixeles, llegar a una sala de cine ahora, es también observar de cerca el cuarto peldaño de la vida, con los ex maridos en segundas nupcias y los mejores amigos solteros a un costado.
Somos la generación X empoderada, para quienes hacen ahora las películas de los videojuegos de los ochentas donde fondea uno de los clásicos de Freddy Mercury “We are the champions”.
La generación donde muchos al igual que Sam, el protagonista de Pixeles dejaron la vida pasar creyendo ser el segundo lugar, pero los mismos que ahora surgen por su creatividad y los que no se detienen ante las adversidades ni las reformas que plantea el sistema político.
Pues muchos de ellos aún con el conflicto ante la autoridad han optado por ser los Freelance de hoy, sin miedo a la no acumulación de antigüedad laboral sino creyendo en su propia felicidad.
Muchos de nosotros rechazamos el canon social del matrimonio, incluso nos cuesta compartir la vida, el tiempo y en ocasiones hasta la cama.
Pero tenemos a nuestro favor el ser la primer generación que se dice, hace pensar a los que se dedican a dirigir la mercadotecnia, pues estamos los que van por la libre y los que aceptan un tanto convencionalismos.
Son los que ahora tienen poder adquisitivo y hacen compras en línea, los que no crecimos nunca porque el mundo se fue adaptando a nosotros, crecimos con las computadoras y las nuevas formas de comunicación, la generación más conectada a través de redes sociales, mensajería instantánea desde el celular, y las llamadas vía internet.
Dominamos el mundo como Pinky y Cerebro, lo cuidamos como ecologistas y luchamos como Los Cuatro Fantásticos, Los juguetes de Lego, Star Wars, y todos los héroes de Marvel. Las Barbies también existen pero están tan cerca de su Ken que no necesitan asomarse con frecuencia al mundo.
¡Ahora somos los campeones!