Ciudad de México.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo hoy que no aceptará a ningún refugiado sirio, luego de que al menos uno de los participantes en los ataques del pasado viernes en París ingresó a Francia entre los inmigrantes que huyen del conflicto bélico en Siria.
Abbott se sumó así a lo planteado también por sus homólogos republicanos, los gobernadores de Arkansas, Asa Hutchinson; Michigan Rick Snyder y de Alabama, Robert Bentley, que se han opuesto a recibir inmigrantes sirios en sus entidades.
El gobernador de Texas escribió este lunes una carta al presidente Barack Obama para expresarle su preocupación sobre el proceso de selección para reubicar a los refugiados dentro de Estados Unidos y dijo que “la compasión humanitaria estadunidense podría ser explotada”.
“Ni usted ni ningún funcionario federal puede garantizar que los refugiados sirios no serán parte de alguna actividad terrorista”, escribió Abbott. “Como tal, abriendo la puerta, expone irresponsablemente a nuestros compatriotas a un riesgo inaceptable”, añadió.
Sin embargo no está del todo claro que pueden hacer los gobernadores para detener el flujo de refugiados, ya que la inmigración es un asunto del orden federal.
En el caso de Texas, Abbott precisó este lunes que ordenó al Programa de Reasentamiento de Refugiados de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas no participar en el alojamiento de ningún refugiado sirio en esta entidad.
Tras los ataques terroristas en París, el presidente Obama ha defendido su plan de autorizar el ingreso de hasta 10 mil refugiados sirios a Estados Unidos a lo largo del próximo año.
“El cerrarles la puerta en las narices sería una traición a nuestros valores”, dijo Obama durante un discurso en la cumbre económica del Grupo de los Veinte (G-20) en Antalya, Turquía.
La Casa Blanca ha expresado su confianza en que el proceso de admisión de refugiados permite detectar la posibilidad de ingreso de terroristas al país.
El Departamento de Estado de Estados Unidos es responsable de la admisión de refugiados, un proceso que inicia con una aplicación a las Naciones Unidas.
