Ciudad de México.- La matanza en París ha causado ondas expansivas de terror que están llegando a todos los rincones de Europa y cruzaron el Atlántico para impactar en las grandes ciudades estadunidenses.
Ayer la onda expansiva llegó hasta la persona más poderosa del viejo contiente, la canciller alemana Ángela Merkel, que se vio obligada a regresar a Berlín desde Hannover, sin cumplir su objetivo de presidir el partido de futbol amistoso Alemania-Holanda, al que se empeñó en ir para dar una muestra de normalidad, pero que fue finalmente suspendido, luego de que la policía hallara “objetos sospechosos” en el estadio, que finalmente no resultaron ser explosivos. También en Hannover, una sala de conciertos fue desalojada por amenaza de bomba.
Roma amaneció ayer militarizada, tras considerar el gobierno de Matteo Renzi que la alerta de un ataque terrorista es muy elevada, luego de ser amenazada la capital italiana en un video del EI.
También Washington sufrió amenaza terrorista en video y ayer amaneció el metro bajo vigilancia policial redoblada.
Por el contrario, 90 mil personas desafiaron al miedo en Londres y acudieron al estadio de Wembley para presenciar el amistoso entre Inglaterra y Francia, y cantar, unidas las dos aficiones en una sola voz “La Marsellesa”.