Nuevo Laredo ,Tamps.- Rusia lanzó ayer un durísimo ataque personal contra el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al que acusó directamente de beneficiarse del tráfico ilegal de petróleo del Estado Islámico (EI) y de “saquear” a sus vecinos Siria e Irak.
El viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov presentó en rueda de prensa numerosas pruebas documentales —fotos, mapas y videos— sobre ese supuesto “negocio criminal” en el que “están involucrados los máximos dirigentes políticos turcos, el presidente Erdogan y su familia”.
De esta forma, Rusia respondió al presidente turco, quien desafió esta semana a Moscú a que presentara pruebas sobre la implicación de Ankara en ese negocio e incluso se mostró dispuesto a dimitir si se confirmaban esos vínculos.
“Conocemos el valor de las palabras de Erdogan. No dimitirá incluso si su cara estuviera manchada del petróleo robado”, dijo Antónov.
“¿A nadie en Occidente le surgen preguntas sobre que el hijo del presidente de Turquía sea el jefe de una de las mayores compañías energéticas del país y que su yerno sea el ministro de Energía? ¡Qué fantástico negocio familiar!”, dijo el viceministro ruso, en referencia al hijo del presidente turco, Bilal, dueño de una naviera, quien sería el encargado de transportar ese crudo en buques petroleros a países asiáticos.
200 mil barriles. En concreto, Rusia dice haber descubierto tres rutas terrestres por las que “hasta 200 mil barriles de petróleo” robado en los yacimientos de Siria e Irak es transportado a territorio turco por 8,500 camiones cisterna fletados por los yihadistas.
Antónov subrayó que los ingresos por la venta de petróleo —dos mil millones de dólares anuales— son “una de las más importantes fuentes de financiación de las actividades de los terroristas en Siria”, que dedican ese dinero a reclutar mercenarios y comprar armamento.
“Miren lo que hacen”. “El cinismo de los dirigentes turcos no tiene límites. Miren lo que hacen. Invadieron otro país y lo saquean sin disimulo. Y como sus dueños les molestan, hay que derrocarlos”, dijo Antónov, en alusión al líder sirio, Bachar al Asad, vilipendiado por Ankara.
Según Antónov, ésta es solo parte de la información en poder de Rusia sobre “los horribles crímenes cometidos por los dirigentes turcos, que financian directamente el terrorismo internacional”.
“Calumnias”. Horas después del despliegue de pruebas presentadas por Rusia, Erdogan no hizo referencia a esas imágenes y reiteró que, si se prueba que Turquía compra petróleo de contrabando al EI dimitirá.
“No hay ningún país en el mundo que combate al Dáesh [acrónimo despectivo de Estado Islámico] de forma tan amplia y tan efectiva como Turquía”, aseguró el presidente turco, que condenó a “quienes usan el Dáesh como pretexto para llevar a cabo sus propios proyectos en Siria”.
Desde Washington, el Departamento de Estado de EU descartó el “negocio criminal” que Moscú le achaca directamente a Erdogan.
“No estoy diciendo que el tráfico de petróleo del Estado Islámico no sea un problema. Lo que trato de decir es que no hay complicidad del Gobierno de Turquía para comprar petróleo al EI. No creemos que sea cierto, de ninguna manera”, dijo el portavoz Mark Toner, quien admitió que ha habido contrabando de petróleo “durante décadas” en la “difícil” frontera sirio-turca.
Por el contrario, el vocero del Departamento de Estado aseguró que “creemos que Al Asad es el que en algún momento compraba petróleo del Estado Islámico”.