Al Partido Nueva Alianza le está costando trabajo sacar una negociación en la coalición con el PRI.
La idea de exigir el doble en todos los cargos que hoy tienen, prácticamente lo hace imposible que se le cumpla el capricho.
El PRI en Tamaulipas, le imponen adjetivos a los líderes de Nueva Alianza, porque no hay liderazgos. “Poner 6 diputados, el doble de regidores, el doble de integrantes de comisiones en los Ayuntamientos, están locos”.
Al interior del PRI, hay operadores políticos serios que están argumentando que sin, Nueva Alianza, no corre riesgos el PRI en las elecciones del 2016. El emblema en todo caso, ayudaría a mostrar unidad al PRI.
El partido en el poder, no solo está viendo los números de este partido, ya no le interesa.
Al PRI le importa lo que hoy está pasando en Nueva Alianza. La crisis que vive es real: Un partido desorganizado, sin dinero, sin hombres y mujeres leales.
Los maestros están desanimados, decepcionados y en los pasillos de su verdadero centro de operaciones, la sección 30, se les escucha quejarse casi de todo. “Quieren que vaya a Nuevo Laredo a sacar los trabajos y no quieren autorizar ni quinientos pesos para la gasolina”.
La crisis es tan grave, que hoy se presume que el Partido Nueva Alianza, puede perder el registro en Tamaulipas de no concretarse la coalición con el PRI.
Muchos ya dieron color y están trabajando para el PRI, PAN, PRD y Morena principalmente y otros tantos se van a ir a jalar con Encuentro Social.
Nunca se preocuparon por tener una escuela de cuadros, no salen a territorio salvo cuando inicia un proceso electoral.
Aquellos operadores políticos, maestros y maestros que eran los que hacían fuerte a Nueva Alianza en las elecciones pasadas, hoy están olvidados, han enfermado o han sido maltratados desde la propia sección 30.
Eso es lo que el PRI está viendo, no hay una cabeza, un liderazgo que jale masas para reforzar el tema electoral.
Los priistas, saben que esta es una preocupación que la tiene en la agenda el líder nacional del SNTE Juan Díaz de la Torre.
Una orden que dio, es que Rafael Méndez Salas, corrija el barco de Nueva Alianza, pero es imposible.
Nadie le hace caso, ni en la sección 30 y menos en Nueva Alianza, después de lo mal que ha hablado de Mariano Lara Salazar.
No hay por dónde, “el Panal no tiene con qué exigir y si pide algo, vamos a poner los candidatos nosotros”, confiesa un destacado priista.
Vaya futuro que le espera a Nueva Alianza, de ser un partido que imponía y exigía, está terminando de rodillas y por culpa del líder de los maestros, ni siquiera por falta de trabajo de los líderes de partido.