Cuba anunció ayer la apertura de su mercado mayorista controlado por el Estado a un pequeño número de empresarios privados como medida frente al aumento de los precios de alimentos que ha provocado enfado en muchos cubanos.
Ante la falta de acceso a bienes a precios mayoristas, los negocios privados han comprado productos básicos en tiendas minorista y elevado los precios para generar ganancias, lo que ha provocado aumentos en los precios de muchos bienes de consumo básicos.
La apertura parcial del comercio, que entrará en vigor el próximo 2 de mayo, regirá para trabajadores privados agrupados en cooperativas de servicios o aquellos “cuentapropistas” que arrienden locales que sean propiedad del Estado, informó el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único).
Incluso prevé la entrega de productos a domicilio y la eventual importación, según un espeso paquete de disposiciones publicadas en la Gaceta Oficial.
Las reformas económicas aplicadas desde 2011 por el Presidente propiciaron la aparición de un sector privado, que actualmente abarca medio millón de personas, el 10% de la fuerza laboral.
Ese sector privado, particulares y cooperativas, ha tenido que desarrollar sus servicios y pequeñas producciones, comprando sus insumos en el mercado minorista, compitiendo con el consumidor común.
Eso provocó un alto costo de sus servicios y productos, un desabastecimiento en el mercado y un alza de precios en el mercado minorista.
Por ejemplo, la compra de vegetales y carnes en forma masiva por los centenares de restaurantes privados de La Habana disparó los precios de esos productos o la escasez de otros, como la cerveza.
La apertura de mercados mayoristas con precios menores y suministros permanentes es una demanda permanente del emergente sector privado o “cuentapropista”.
La apertura es parte de las reformas de mercado que impulsa el gobierno de Raúl Castro en los últimos años. La isla socialista no permite, hasta ahora, la existencia de mercados mayoristas para el sector privado.
La reforma debe beneficiar sobre todo al ámbito de la gastronomía, en el que operan en tanto varios restaurantes privados en el marco de la apertura económica.
La prensa estatal aseguró ayer que los negocios de alimentos y servicios personales administrados en forma cooperativa o que alquilan locales al gobierno también podrán hacer negocios con los importadores estatales, un beneficio nuevo que les daría acceso a productos fabricados en Estados Unidos.
Las nuevas medidas imponen límites de precios a ciertos productos adquiridos al por mayor y vendidos al detalle por negocios privados tales como bebidas sin alcohol, cerveza, ron, cigarrillos y pollo.
Las cooperativas privadas y “cuentapropistas” en sistema de arrendamiento se beneficiarán de un descuento en torno al 20 por ciento en algunos productos respecto al precio que ofrece la red comercial minorista, donde se abastecían hasta ahora.
Uno de los objetivos de las nuevas disposiciones es evitar la especulación y el alza de precios en los productos y servicios que ofrecen esas cooperativas, derivado en parte a la imposibilidad de acceder a un mercado mayorista.
La especulación de precios que tanto afecta a la población deberá ir en descenso, o al menos variar en términos de protección al consumidor”, refiere Granma.
Cuba importa la mayor parte de sus alimentos y bienes de consumo, pero el sector privado y cooperativo no ha podido importar por los canales normales.
(Agencias)