El matador Rodolfo Rodríguez El Pana, icono del toreo mexicano, se encuentra muy grave después de que el domingo por la noche fue levantado por un toro y arrojado de cabeza contra el suelo en una corrida en Lerdo, Durango.
Jorge Mario Galván Zermeño, quien trató al veterano matador desde su ingreso al Sanatorio de Gómez Palacio, Durango, apuntó a medios de comunicación locales que El Pana sufrió una lesión raquimedular cervical severa con fractura de tres cuerpos vertebrales.
Después de haber sido levantado por un toro su estado de salud es grave lo cual lo podría llevar a quedar tetrapléjico
Por su parte, Luis Mariano Andalco López, titular del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino (ITDT), explicó a la agencia Notimex que el golpe que Rodríguez sufrió durante la tradicional corrida del Día del Trabajo en la plaza de Lerdo, “le afectó mucho”, pues el diestro tuvo una contusión con hiperextensión cervical, por lo que su estado está calificado como “grave”.
Sin embargo, Andalco López apuntó que el reporte médico indica también que El Pana, de 67 años, se mantiene estable, dentro de la gravedad de su condición, aunque existe la posibilidad de que el matador quede tetrapléjico, debido a que la lesión también abarcó la médula.
El diestro fue levantado de lleno por el astado Pan Francés, cuando se alistaba para brindarle un capotazo; cayó de cabeza y quedó inconsciente. Fue llevado inmediatamente a la enfermería.
En primera instancia fue trasladado a Gómez Palacio. Más tarde, debido a la gravedad de las lesiones, fue llevado al Sanatorio Español de Torreón, donde se encuentra bajo un coma inducido para evitar, de acuerdo con los reportes médicos, que más situaciones de estrés le causen problemas colaterales.
Rodríguez, en sus 37 años de alternativa, ha mostrado continuamente una conexión con el público de las diferentes plazas. El domingo en Lerdo alternaba con el novillero Jesús Sotomayor, con toros de la ganadería Guanamé.
Su primer enemigo, Obrero, también lo cogió y lo azotó en la arena; el veterano matador salió para recibir atención médica y volvió al ruedo entre aplausos para colocar una certera estocada que le valía, al momento, una oreja, pero el juez de plaza cedió ante las peticiones del respetable, de nuevo en comunión con el veterano matador, y así se le otorgó el segundo apéndice. El percance ocurrió poco después.
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