El proceso electoral que parecía sozo, por el nuevo perfil de las campañas electoral, donde se aparenta el no despilfarro y donde los candidatos dan la impresión de aplicarse en la presentación de sus propuestas, que al final resultan ser las mismas que las anteriores de hace seis y tres años, parecen despertar.
Además se asoma la judicialización del proceso antes de que este concluya. Por tierras cuerudas y jaibas hizo sus primeras pesquisas el director adjunto de la fiscalía especializada en para delitos electorales, de nombre Humberto Domínguez Aguilar, quien ya levantó un muestreo de lo que sucede en Tamaulipas y, que sorprende sobre todo a los priistas.
El director general adjunto de averiguaciones previas de la Fepade se reunió en privado como Eduardo Hernández Anguiano y Arturo De León Loredo presidentes respectivamente del Instituto Estatal Electoral y de la junta distrital del Instituto Nacional Electoral. Les apretó las tuercas a los dos. Les dejo en claro cuáles son los protocolos en un escenario como Tamaulipas.
A ambos les exigió un informe de sus actividades para obtener una radiografía de lo que está por venir en el proceso electoral y de los replanteamientos que deberán realizar para que el proceso tome los cauces electorales. Les indicó los límites de la cancha electoral,
Ellos contestaron al fiscal, que todo está bien en Tamaulipas, sobre todo que aquí no sucede nada. Porque sus avances en capacitación y preparación de la elección caminan viento en popa.
Tan cierto debe ser, que este miércoles el secretario general de gobierno Herminio Garza Palacios y sus principales tingüindines fueron llamado a la Ciudad de México, al parecer para ver asuntos comunes de la elección, que no representan ningún sobre salto del proceso.
Sin embargo, se cree que el ex jurídico del desaparecido Banrural, fue convocado por el secretario de gobernación, para tratar asuntos relacionado con la seguridad del estado, que encendieron en las últimas semanas los “focos rojos” de la dependencia de Miguel Ángel Osorio Chong.
Sí tiene que ver con esto, la presencia del fiscal adjunto de la Fepade, pero si quieren que la cuña apriete, debe ser del mismo infierno.
Por cierto el lunes anterior los reporteros congregados en el tricolor pensaron que el dirigente priísta Rafael González Benavides si iba a infartar junto con su flamante secretaria Aida Zulema Flores Peña. Porque ambos parecían en verdad unos férreos defensores de los principios priístas.
Imagínese usted, ambos abogados, conocedores del derecho penal al revés y al derecho, desde los juicios inquisitorios hasta los nuevos modelos del sistema acusatorio penal. Solo les hizo falta la hoguera, para incendiar a sus correligionarios, que ellos mismos propusieron para ser ediles. Vaya escena de la que disfrutaron los comunicadores.
Aunque ambos son conocedores del derecho, se antoja que los ediles depuestos les ganen un juicio en los tribunales electorales, donde se advierte un largo pleito jurídico electoral, para el cual el tricolor carece de tiempo. Mismo que les falta para convencer a los electores.
De último minuto nos enteraron que los candidatos a diputados y presidentes municipales del PRI en los 43 municipios, bueno en 40, fueron reprendidos porque en sus ríspidas campañas omiten el nombre de Baltazar Hinojosa Ochoa. Lo cual debería ser una preocupación más de Rafita González.
Lo cierto es que los priistas se muestran preocupados, no se les ven como en otras épocas de bonanza electoral. Los peleadores tradicionales no ven como se pueda sacar adelante la elección, sobre todo porque no han cejado las fobias internas del equipo