Han pasado sólo 43 días desde la última vez en que Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo se vieron las caras en una final internacional, cuando disputaron la de la edición pasada de la Champions League en Milán, aunque en esta ocasión tendrán responsabilidades diferentes sobre sus hombros.
Mañana, en Saint Denis, la Francia de Griezmann saldrá como clara favorita a ganar su tercer título de Europa, algo muy distinto a lo sucedido previo a la final de la Champions, cuando la escuadra merengue, comandada por Ronaldo, era el candidato natural al título.
Ambos han sido factor importante para que sus selecciones estén en el partido final de la competencia de selecciones del Viejo Continente, aunque la participación de Griezmann ha sido más destacada que la de Ronaldo con seis tantos por los tres del portugués.
“Estamos extasiados con la experiencia que la vivimos como unos niños”, declaró Griezmann. “Tenemos a todo un país apoyándonos, así que lo estamos dejando todo’’.
“Es un jugador sumamente importante como lo fue con el Atlético a lo largo de la temporada. En la Euro ha anotado goles, ha asistido a sus compañeros y ha hecho que todos alrededor suyo eleven su nivel de juego”, afirmó Didier Deschamps, entrenador de la selección francesa.
Salvo algunas jugadas destacables, el rendimiento de Cristiano Ronaldo no ha estado al nivel de lo que se espera del tres veces ganador del Balón de Oro.
Su objetivo es conquistar uno de los títulos internacionales que le faltan en sus palmarés.
Tuvo que esperar 12 años para tener de nuevo la oportunidad desde aquella derrota 1-0 que Portugal como local sufrió ante Grecia en la final de la Euro 2004.
En cuanto al duelo directo, Francia ha dominado en sus últimos 10 partidos contra Portugal, que no le gana a los franceses desde 1975.