Río de Janeiro, Brasil.- El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, cree que Brasil ha desperdiciado la oportunidad de mostrar su potencial al mundo con los Juegos Olímpicos, debido a la dura crisis que castiga al país sudamericano.
“Esta es una oportunidad perdida”, dijo Paes en un entrevista publicada el lunes por el diario británico The Guardian.
“No nos estamos presentando bien nosotros mismos. Con todas estas crisis políticas y económicas, con todos estos escándalos, éste no es el mejor momento para estar en los ojos del mundo”, admitió.
“Eso es malo”, resumió también Paes, correligionario del presidente interino de Brasil, Michel Temer, en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
El alcalde, por otro lado, reiteró sus críticas a los medios internacionales por la imagen que están presentando de Río debido a los problemas de violencia y la epidemia de zika.
Ver esas informaciones “me vuelve loco”, dijo Paes. “Si uno lee la prensa internacional, parece que aquí todo es zika y que la gente se está disparando una a otra”, reclamó.
Paes ya había fustigado hace unos días públicamente a varios medios internacionales por su cobertura sobre Río.
Muchas críticas apuntaban también a los retrasos en los preparativos para los Juegos, que se celebrarán por primera vez en Sudamérica entre el 5 y el 21 de agosto.
Otras voces también criticaron que las obras de infraestructura beneficiaran sobre todo a barrios exclusivos como Barra da Tijuca en el oeste de Río, que será el epicentro de los Juegos. Los organizadores han construido especialmente una línea de metro para llevar a atletas y participantes olímpicos a Barra.
Paes rechazó esas acusaciones en la charla con The Guardian.
“Nunca hubo tantas transformaciones para la gente pobre”, aseguró.
Según los últimos datos, la organización de los Juegos Olímpicos de Río costará unos 39.100 millones de reales (11.900 millones de dólares), de los cuales un 58 por ciento es financiado por el sector privado.
La mayor parte del gasto servirá para financiar la construcción de la nueva línea de metro hacia Barra, así como la creación de líneas rápidas de autobuses y otros proyectos de transporte.
Según las cifras, los estadios costaron en total 7.100 millones de reales (un poco más de 2.100 millones de dólares), un monto inferior al desembolsado para los Juegos de Londres 2012 y Pekín 2008.